Jueves 1 de Noviembre de 2007, 10:17

Cristina Kirchner reconoció que habrá suba de tarifas

| La propia presidenta electa admitió que a partir de febrero habrá “una revisión tarifaria”, que incluirá a clientes residenciales. Se habilitarían aumentos de tarifas en forma gradual para servicios públicos como electricidad y gas, que se comenzarían a aplicar con acuerdo del Congreso.

Una de las medidas de mayor impacto que adoptará la presidenta electa, Cristina Fernández, será habilitar aumentos de tarifas en forma gradual para servicios públicos como electricidad y gas, que se comenzarían a aplicar en febrero próximo con acuerdo del Congreso y que incluiría a clientes residenciales. La propia presidenta electa admitió que a partir de febrero habrá “una revisión tarifaria”, lo cual generó expectativas entre las empresas. Es que mientras Néstor Kirchner aceptó ajustes de tarifas para grandes usuarios, hasta ahora nunca se había permitido subirlas para los residenciales, que son mayoritarios. Las tarifas quedaron congeladas luego de la devaluación, y las compañías de servicios públicos vienen reclamando un ajuste, argumentando que sus costos subieron a valor dólar. “Habrá una revisión tarifaria que se analizará a partir de febrero, en el marco de las negociaciones de contratos con las empresas de servicio”, reveló Fernández de Kirchner en diálogo con la cadena de cable internacional CNN. Según trascendió ayer, la intención de la futura presidenta sería que esos ajustes se apliquen con acuerdo del Congreso, que tendrá mayoría oficialista, y que dejen afuera a los usuarios más pobres. Además, trascendió que las empresas de medicina prepaga planean empezar a enviar este jueves a sus asociados cartas comunicándoles que a partir de enero ajustarán un 20 % la cuota. El incremento se suma al 18 % promedio que aplicaron a principios de año. Según fuentes cercanas a las prepagas, este ajuste tendría el visto bueno de la nueva administración. Igual, la intención del gobierno es que la suba en las prepagas queden afuera de la estadística sobre costo de vida, cuando se comience a aplicar un sistema similar a los Estados Unidos para relevar la inflación.