De Vido salió al cruce del informe que critica la situaci&oacut

De este modo, el funcionario salió al cruce del informe elaborado por ocho ex funcionarios de Energía, que se desempeñaron en distintos gobiernos, desde fines de los 80. El ministro consideró que los cuestionamientos “surgen ante la gran suma de fracasos que tuvieron los ex secretarios durante sus gestiones. Sus criticas de ninguna manera son pertinentes”. De Vido recordó que desde mayo de 2003 se invirtieron 14 mil millones de pesos en el área. “Las inversiones en el sistema energético hoy nos permiten estar transportando un 7 por ciento más de gas del que transportábamos en 2003, un 19 por ciento más de generación eléctrica, habiendo reiniciado las centrales de Atucha y Yacyretá, que se habían paralizado en otros gobiernos”, recordó. El trabajo advierte sobre “serios problemas estructurales y poca inversión”, y desató hoy una fuerte polémica tras la suspensión de sus presentación en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Carlos Rosito, confirmó que fue él quien suspendió la presentación porque “la idea (original) fue desvirtuada”. “La decisión la tomé yo. Fue una decisión autónoma. No recibí un llamado de nadie”, enfatizó el decano, quien se quejó porque “antes de ser debatido llegó a la prensa”, lo que “se interpretó como un acto político”. El informe fue elaborado por Daniel Montamat, Alieto Guadagni, Enrique Devoto, Julio César Araoz, Jorge Lapeña, Emilio Apud, Roberto Echarte y Raúl Olocco. Lapeña explicó que “el informe revela que la Argentina está en una decadencia productiva que se inició en el 1988 y continúa hasta esta época”, dado que “no se descubren yacimientos desde hace mucho tiempo y no hay políticas de inversiones”. Lo paradójico es que los ocho especialistas fueron funcionarios de Energía de los distintos gobiernos que se sucedieron desde la fecha en que cuestionan la falta de proyección y de planificación. El estudio plantea que “el sector energético afronta serios problemas estructurales sin soluciones a la vista” e indica que “para resolverlos se debe formular una política de Estado a largo plazo”. También advierte que “la Argentina tiene un presente decadente en materia productiva y un futuro incierto”. El documento señala que “el sistema está manejado con visión cortoplacista; no planificado a largo plazo, con inversiones que se encuentran retrasadas y, como consecuencia, exhibe un funcionamiento técnicamente deficiente con perspectivas de agravarse‘”. “También que hay un ‘proceso anormal´ de ampliación de la oferta productiva: ‘No existen inversiones en cantidad y calidad suficientes para garantizar el abastecimiento de una demanda doméstica creciente‘”, agrega. Fuente: NA.