Viernes 14 de Diciembre de 2007, 12:44

Detienen a familiares de Febres

| Esta madrugadada detuvieron a su mujer y sus hijos. Intentan determinar si ellos tienen vinculación con el envenenamiento del represor. Otro gran problema para Cristina de Kirchner.

Héctor Febres fallecía el mismo día que Cristina de Kirchner asumía la presidencia de la Nación. Demasiado sugestivo, aunque en un principio se haya creído que se trataba sólo de una muerte natural. La esposa y dos hijos del represor Héctor Febres fueron detenidos esta madrugada bajo la sospecha de tener vinculación con el envenenamiento del prefecto en su lugar de detención, en tanto se ordenó también el apresamiento del jefe de la zona Delta de la Preferctura Naval, prefecto mayor Rubén Iglesias, según informa el matutino La Nación. Así lo confirmaron esta mañana fuentes del juzgado de San Isidro a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado, que indicaron que los pedidos de detención se difundieron anoche, luego que se confirmara que la mujer, su hijo y su hija cenaron con Febres en la cárcel horas antes de su muerte por ingesta de cianuro. La esposa y la hija del represor estaban alojadas en la cárcel de Ezeiza, mientras el hijo se hallaba en la prisión de Marcos Paz. En tanto, el abogado de la querella, Rodolfo Yanzón, interpretó que con la muerte de Febres, el mensaje del aparato represivo es: "Seguimos activos, tenemos capacidad de acción". "El mensaje es claro, y la advertencia de que nadie rompa el pacto de silencio se corresponde con la desaparición de Jorge Julio López", el testigo que testimonió en el juicio que condenó al represor Miguel Etchecolatz, y que desapareció el 18 de diciembre de 2006. En declaraciones al canal C5N, el abogado querellante en la causa que el Tribunal Oral Federal 5 juzgaba a Febres responsabilizó a la Prefectura Naval y a los jueces por "no tomar medidas claras, como el alojamiento en cárceles comunes", reclamo que realizan los organismos de derechos humanos en todos los casos de detenciones de personas vinculadas con la represión. "Estamos preocupados por los sobrevivientes y testigos en estos casos y así no vamos a poder seguir avanzando", sostuvo Yanzón, al referirse al futuro de los juicios por delitos de lesa humanidad.