Jueves 12 de Septiembre de 2013, 10:31

Diputados aprobó y convirtió en Ley la reapertura del ca

| La Cámara de Diputados transformó, este miércoles en horas de la noche, en Ley el proyecto oficial para reabrir por tercera ocasión el canje de deuda en default, que ya contaba con media sanción en el Senado, al cabo de un extenso debate que se prolongó durante más de nueve horas.

La iniciativa fue aprobada por 192 votos a favor, con 33 en contra y cuatro abstenciones, después de que el Frente para la Victoria (FpV) lograra el respaldo de sectores de la oposición, como el radicalismo, legisladores de PRO, el Frente Peronista y el Frente Renovador. El Frente Amplio Progresista (FAP), la Coalición Cívica y otros bloques minoritarios rechazaron la iniciativa oficial, con la cual el Gobierno procura enviar señales de buena voluntad hacia la Justicia estadounidense, en medio de su disputa legal contra fondos buitre. De este modo, la administración que lidera Cristina Kirchner intenta seducir al 7 por ciento de los tenedores de bonos en default que no aceptaron las dos reestructuraciones anteriores, en 2005 y 2010, para que sumen a esta propuesta. El debate arrancó alrededor de las 14:30 después de que en las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Finanzas de la Cámara baja, el oficialismo lograra este martes el dictamen de mayoría con el apoyo de opositores tratar la iniciativa en el recinto, y se prolongó hasta pasadas las 23:00. Al abrir la discusión, y frente a un puñado de legisladores apenas en las primeras horas de la tarde, el diputado oficialista Carlos Heller consideró que este nuevo canje forma parte de "un proceso continuado, coherente y de principios, dirigido a normalizar la deuda". "La deuda pública externa ha constituido un severo condicionante para el desarrollo del país, con el default más grande de la historia de 81.836 millones de dólares en el 2001, tras el colapso del modelo neoliberal", expresó. Ocurre que durante las exposiciones, distintos referentes de la oposición adelantaron su apoyo a la iniciativa, pese a que descargaron duras críticas hacia el Gobierno debido al aumento en los últimos años de la deuda argentina, la que ascendería a los 220.000 millones de dólares, según indicaron. "Estamos en medio de un gran fracaso", aseguró el jefe del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, quien agregó que cuando empezó esta reestructuración de deuda impulsada por el gobierno kirchnerista, "debíamos menos plata de la que debemos hoy", aunque igual ese espacio acompañaba la decisión de abrir un tercer canje. Por su parte, el justicialista Felipe Solá, ahora integrante del Frente Renovador, dijo: "No sabemos si va tener éxito -la iniciativa-. Sospechamos que no, que unos pocos tenedores de bonos van a entrar en esta nueva oferta y que los fondos buitre no van a entrar ni por asomo". Pero enfatizó, durante su exposición: "Los fondos buitre son nuestros verdaderos enemigos permanentes (...) Nosotros no somos cipayos y vamos a hacer todo lo necesario para perjudicar a los fondos buitre". Quien se mostró enérgico como de costumbre y rechazó cualquier posibilidad de respaldar la propuesta fue el diputado y candidato a senador por UNEN Fernando "Pino" Solanas, quien aseguró que el canje de deuda "es un ultraje a la dignidad nacional", ya que el pasivo es "ilegítimo". "Es gravísimo que el Congreso quiera volver con la cadena de fraudes. Este tercer canje avala la continuidad de la cadena de fraudes jurídicos y económicos más grande que ha soportado la Argentina en su historia", dijo Solanas, minutos antes de ingresar al recinto. La iniciativa había sido anunciada por la Presidente Cristina Kirchner el 26 de agosto último en medio de una durísima disputa judicial con los fondos especulativos extranjeros que mantienen en su poder el 0,45 por ciento de los bonos en default, como una señal de buena voluntad de parte de Argentina. Esos fondos buitre reclaman al país el pago en efectivo de unos U$S 1.470 millones -por capital e intereses- y ya cuentan con un fallo favorable de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, aunque por ahora en suspenso, hasta que se expida al respecto la Corte Suprema de Justicia estadounidense. El Gobierno argentino apeló ese fallo y le solicitó a la Cámara una nueva audiencia, ya sea ante el panel de tres jueces que emitió el revés del 23 de agosto, o por un grupo mayor de 14 jueces del tribunal. Para Heller y el kirchnerismo en general, se trata de un fallo que de mantenerse tendrá repercusiones muy negativas sobre el sistema financiero internacional porque sería tomado como precedente y haría caer las reestructuraciones de otros países. Mientras responde en la vía judicial, el Gobierno avanzaba con la tercera parte de la reestructuración de la deuda con el objetivo de alcanzar la adhesión del 99% de los acreedores. Hasta el momento, el 93% de los tenedores aceptó cambiar sus títulos en cesación de pagos con una quita de capital e intereses superior al 65% en 2005 y del 66,3% en 2010. La nueva apertura del canje fue tomada por el kirchnerismo como una nueva señal de su voluntad de pago y de negociación, incluso con los fondos especulativos más rebeldes como el NML Capital y el Aurelius Capital. La intención ahora es dejar en evidencia a esos capitales tras la denuncia que hizo la propia Cristina de Kirchner en la última cumbre del Grupo de los 20 en San Petersburgo, Rusia, para que se legisle en contra de la especulación financiera.