| Moratoria impositiva y blanqueo de capitales son los dos iniciativas centrales y polémicas en las que se basa el programa oficial. También incluye un régimen de promoción y protección del empleo.
El megaplan anticrisis impulsado por el Gobierno, que contempla la moratoria impositiva, el blanqueo de capitales y el régimen de promoción y protección del empleo será debatido y votado el miércoles próximo en la Cámara de Diputados.
El oficialismo confía en que ya cuenta con los votos necesarios para darle media sanción al proyecto y girarlo al Senado, con el objetivo de que pueda ser aprobado el siguiente miércoles 17.
El kirchnerismo consiguió un dictamen favorable de la Comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación General el pasado jueves tras horas de debate.
En el tratamiento, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, argumentó ante los diputados que “el Gobierno debe contener en el país la desaceleración de la economía mundial que empieza a impactar en la economía nacional” y por ello necesita que el proyecto sea aprobado “cuanto antes”.
El megaplan fue anunciado por la presidenta Cristina Kirchner el pasado 25 de noviembre en el Salón Blanco de la Casa Rosada cuando ante funcionarios y empresarios dijo que se destinarán, si el Congreso así lo quiere, 71 mil millones de pesos para reactivar la economía.
Los detalles de este proyecto, que según la mandataria contempla “el plan de obras públicas más ambicioso de que se tenga memoria en Argentina”, serán dados a conocer en profundidad el 15 de diciembre, para cuando el Gobierno espera tener media sanción de Diputados.
El proyecto de ley de repatriación de capitales tiene como principal objetivo que los argentinos puedan traer al país el dinero que tienen fuera del circuito financiero o en el extranjero para invertirlos en producción.
Quienes tengan fuera del país dinero que no esté declarado podrán declararlo sin traerlo, pero pagarán 8 % de impuesto, mientras que quienes lo declaren y lo traigan pagarán 6 % y aquellos que lo traigan para comprar títulos de la deuda que emite el Gobierno solamente el 3 %.
A su vez, todos aquellos que traigan el dinero para inversiones en infraestructura, sector inmobiliario y actividades rurales pagarán solamente el 1 %.
La medida —muy cuestionada por algunos economistas y por la oposición por “favorecer a capitales oscuros”— excluirá a todos los que hayan estado en la función pública durante cualquier época en cualquiera de los tres poderes del Estado.
El blanqueo abarcaría 123.700 millones de dólares que los argentinos tienen “bajo el colchón”, en cajas de seguridad, en inversiones financieras o en depósitos en el exterior, según los últimos datos oficiales.
En cuanto a las inversiones en obra pública, el Gonbierno informó que se trabajará sobre tres tipos de acciones: estructurales, que modifican el escenario económico o ambiental; obras programáticas, locales, como la mayoría de las que hizo el kirchnerismo en sus años de Gobierno, y obras localizadas, que generarán mayor demanda de mano de obra”.
Además, se prevé que de los 362 mil puestos de la producción actuales se pegue un salto hasta conseguir los 770 mil empleos, para lo cual se otorgará beneficios impositivos para las empresas que tomen o registren empleados.
Las patronales aportarán sólo el 50 % de aportes de previsión social por empleado nuevo durante el primer año para pasar a pagar el 75 por ciento en el segundo periodo anual.
Gran parte de los fondos que se usarán para sustentar el plan anticrisis saldrán de los estatizados y polémicos recursos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), que suman unos 78.000 millones de pesos.
