| La presidente Cristina Kirchner ensayó un discurso conciliador hacia las Fuerzas Armadas e instó a los nuevos cadetes a comprometerse en "la construcción" de una institución militar "diferente", dejando atrás los "desatinos y tragedias del pasado".
La jefa de Estado los convocó también a "comprometerse en la construcción de una institución diferente en un país que también quiere ser diferente y mejor", al pronunciar un discurso en el Colegio Militar, durante una ceremonia histórica -por su presencia de una mujer como presidenta- de egreso conjunto de las Fuerzas Armadas.
"Cadetes y Cadetas, que en esta etapa que se avecina del Bicentenario, tenemos todos la inmensa responsabilidad de remontar la tragedia que hemos vivido, de hacerlo con memoria, con verdad y con Justicia como corresponde en el marco de la Constitución, de sus jueces y de sus leyes", afirmó Cristina.
La mandataria reafirmó al inicio de su discurso su desempeño como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas e hizo un repaso de doscientos años de historia militar en el que objetó su participación en lo que denominó "la decadencia institucional". "No se me escapa tampoco -sería injusto no mencionarlo- que durante la etapa de lo que denomino la decadencia institucional y la ruptura de los golpes de Estado, no fueron solamente las Fuerzas Armadas (...) fueron también desde afuera y desde adentro los que empujaron y apoyaron muchas veces esas rupturas institucionales", señaló Cristina Kirchner.
Durante la ceremonia, la Presidenta se sentó junto al titular del Estado Mayor Conjunto, Jorge Chevalier; la ministra de Defensa, Nilda Garré, y los jefes del Ejército, Roberto Bendini; de la Armada, Jorge Godoy, y de la Fuerza Aérea, Normando Costantino.
Al término de su discurso, entregó los sables de egreso a los nuevos oficiales con jerarquía de subtenientes, guardia marinas y alféreces y se constituyó así en la primera mujer que lo hace en la historia militar argentina. Por el gobierno estuvieron el vicepresidente, Julio Cobos; el
canciller, Jorge Taiana; los ministros de Interior, Florencio Randazzo, y de Justicia, Aníbal Fernández.
En medio de la ceremonia ocurrió un extraño episodio, para la mayoría imperceptible, durante el discurso de Cristina al escucharse que alguien mencionó con voz firme el nombre "Larrabure", en referencia al mayor del Ejército, Argentino del Valle Larrabure, secuestrado y asesinado en 1974.
La jefa de Estado no pasó por alto ese instante, miró brevemente a los presentes, y de inmediato se vio un movimiento entre la custodia presidencial, que rápidamente cesó.
En otro pasaje de su discurso, Cristina dijo: "Nos debemos todos los argentinos escribir una historia diferente. Muchas veces nos han presentado la historia fragmentada, como desconectados los hechos, tal vez, para que no podamos entender y entonces al no entender, al no comprender, se provoquen historias que han sido trágicas para todos los argentinos".
Cristina, con su habitual tono académico, aclaró que concibe "a estas nuestras Fuerzas Armadas en dos etapas históricas: la primera, la fundacional, la de la emancipación nacional", donde escogió como "figura más emblemática" a Manuel Belgrano, abogado, civil y político, que "tomó las armas para construir" la Patria.
De inmediato, aclaró que "luego vino la otra etapa; habíamos constituido el país en 1853, lo habíamos organizado y luego del primer centenario viene lo que yo concibo como la etapa de la decadencia institucional de nuestro rol como Fuerzas Armadas de la Nación, en defensa del pueblo y de la Patria". Reseñó entonces "la ruptura institucional, la violación de la Constitución, que trajo paradojalmente otra figura, casi antagónica con la de don Manuel Belgrano, la de los militares que se hacían políticos utilizando las armas de la Nación y violando la Constitución".
"Esa etapa -reforzó- fue trágica para todos, para todos los argentinos y muchas veces "uno podía escuchar que para ser presidente de la Nación había que pasar por el Colegio Militar".
Por otra parte, dijo que está "convencida de que vamos a darnos Fuerzas Armadas con un rol moderno, contemporáneo, profesionales, de cooperación, con un modelo de desarrollo económico, social e institucional que tiene el lugar que la Constitución asigna".
Este año, en el segundo egreso conjunto de la nueva estructura militar, egresaron 198 subtenientes (Ejército), 74 guardia marinas (Armada) y 57 alféreces (Fuerza Aérea). Del Ejército se graduaron 11 mujeres; 7 de la Armada y sólo una de la Fuerza Aérea.
