Sábado 24 de Febrero de 2007, 13:41

Dura reacción del Gobierno por las denuncias del Indec

| Ante las sucesivas acusaciones hacia el Gobierno nacional sobre la manipulación de los índices que elabora el organismo, la titular de Economía contraatacó ayer con dureza. Miceli vinculó la crisis del Indec a la presunta existencia de “intereses corporativos” y rechazó las críticas de analistas y economistas.

La ministra de Economía, Felisa Miceli, reaccionó ayer con dureza ante las crecientes denuncias sobre la manipulación oficial de los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al advertir que en 2006 hubo “una enormidad de errores” en las mediciones difundidas por el organismo. En su contraataque, Miceli vinculó la crisis del Indec a la presunta existencia de “intereses corporativos” y rechazó las críticas de analistas y economistas que cuestionaron la intervención del Gobierno en el organismo y pusieron en duda la “calidad técnica” de las estadísticas oficiales. Miceli dijo que se están tomando las “medidas correspondientes” para subsanar esos errores en las mediciones, aunque no hizo referencia al polémico Indice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación y sobre el que pesan sospechas de subestimación. En cambio, la ministra se refirió a las cifras sobre Intercambio Comercial difundidas el miércoles por el Indec, que arrojó que los precios de los productos primarios bajaron 3 %, cuando “en realidad subieron 23 %”, dijo. “Frente al boom de los comodities agropecuarios en el mundo, los precios no cayeron sino que aumentaron”, advirtió Miceli, al tiempo que precisó que “la soja y el girasol aumentaron 17 %, el trigo 40 % y el maíz más del 50 %”. Los datos de la balanza comercial de enero último arrojaron un superávit de 418 millones de dólares, una cifra que resultó menos de la mitad de la registrada en igual mes de 2006 y la más baja en casi seis años. “¿Cuanto peores son los datos más creíble es el Indec?”, preguntó con ironía Miceli en conferencia de prensa en el Ministerio de Economía, a lo que respondió que el Gobierno cree que la confiabilidad “pasa por otro lado”. La ministra dijo que al señalar estos errores busca “preservar la transparencia y la credibilidad” del Indec y “mejorar el control de datos”, ya que se ha detectado “una enormidad de errores de este tipo”. Si bien Miceli no confirmó que desde Economía se esté organizando un Indec “paralelo”, aseguró que “se está trabajando para revisar todas las cifras y recopilar todos los errores”. El conflicto entre el Gobierno y los trabajadores del Indec se generó luego del desplazamiento de Graciela Bevacqua del departamento de IPC. Según Miceli, al realizar esta modificación “operativa” se tocaron “intereses corporativos”. Sin embargo, por el lado de los trabajadores, ese movimiento se leyó como una “intervención” oficial en el organismo.