Viernes 13 de Enero de 2006, 11:44

El Gobierno culpó a los intermediarios por la suba de la carne

| De esta manera descalificó las versiones que apuntan al aumento de precios por una eventual merma en la oferta de animales chicos (terneros). También señaló que los más afectados son los productores y consumidores.

El Gobierno afirmó hoy que el aumento del precio de la carne obedece a factores externos y no a una eventual merma en la oferta de animales chicos (terneros) ingresados a Liniers, mercado que en la primera semana de enero casi duplicó el kilaje promedio en comparación al mismo período del año pasado. "Ante versiones que anuncian una suba de precios por la falta de carne chica y de calidad, los datos que arroja el Mercado de Liniers indican todo lo contrario", señaló el comunicado de prensa difundido hoy por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. A modo de ejemplo, se destaca que "durante la primera semana de enero del corriente año, según los datos aportados por el Mercado de Liniers, el kilaje promedio obtenido para animales chicos fue un 90 por ciento superior a igual período del año anterior". De estas manera, el ingreso de cabezas de la categoría terneros "fue de 5.694 unidades, obteniendo un kilaje promedio de 1.600.014 kg vivo, lo que representa un incremento de 2.098 cabezas y un aumento de 765.742 kg vivo respecto de la primera semana de 2005". Frente a esa realidad, la Secretaría de Agricultura estima que "el aumento de precios al consumidor obedece a factores de otra índole y no a una merma en la oferta de carne chica". En efecto, el peso mínimo de faena de la Argentina se encuentra hoy al nivel de los principales mercados ganaderos del mundo, como Uruguay, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos". Las medidas impulsadas por el Gobierno, como la suspensión de faena de animales inferiores a los 260 kilos, o la recategorización del índice de novillo dispuesta por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), buscan hacer frente a la cada vez mayor demanda de productos cárnicos, tanto interna como externa. En sintonía con estas medidas, los acuerdos de precios alcanzados con los consignatarios, así como los firmados con representantes del sector de la venta al público, tienen como "objetivo no perjudicar la capacidad de compra de la población". En tal sentido, se "desprende que un aumento en los precios de la carne obedecería a factores externos, perjudicando no sólo a los consumidores sino también a los productores". En cuanto a la tarea de contralor que lleva adelante la ONCCA, se informó oficialmente que fue clausurado "un establecimiento procesador de carnes que funcionaba clandestinamente". La ONCCA llevó adelante un allanamiento, aprobado por el juzgado nro 5, a cargo de Norberto Oyarbide, en el local ubicado en la calle San Antonio 460, ubicado en el barrio porteño de Barracas. Al detectar que el local funcionaba "sin la correspondiente matrícula comercial y sin habilitación sanitaria", se procedió a la clausura del establecimiento.