| El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo
Echegaray evaluó que "aquellos que obtuvieron rentas extraordinarias con la burbuja especulativa debido al alza de los commodities, no pueden ahora pretender hacer socio al Estado frente a la caída de los precios y la renegociación entre privados".
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, dijo que el organismo continuará "exigiendo los impuestos al valor de transacción declarado ante la Aduana". Echegaray aludió así a tratativas de las cámaras de Exportadores y de Importadores en el Consejo Consultivo Aduanero, que "superan el contexto operativo y están fuera de los objetivos centrales que hacen a la política del Gobierno nacional".
El jefe de la AFIP señaló que "los exportadores e importadores ya tienen reglas claras y flexibles", por lo que "no hay margen para encauzar nuevas negociaciones, si el punto de partida es pagar menos tributos y dejar sin efecto los compromisos que en su momento asumieron frente al Estado".
Según recordó un comunicado del organismo, el Código Aduanero Argentino establece en el artículo 321 que "el precio declarado una vez registrado, constituye una declaración comprometida de carácter inalterable".
Por otra parte, "teniendo en cuenta que se trata de una autodeclaración, no resulta posible técnicamente aceptar que el Estado nacional asuma las contingencias comerciales que pudieren acontecer", se indicó.
Sobre el rol de los importadores y exportadores, Echegaray evaluó que "aquellos que obtuvieron rentas extraordinarias con la burbuja especulativa debido al alza de los commodities, no pueden ahora pretender hacer socio al Estado frente a la caída de los precios y la renegociación entre privados".
"Licuar la base imponible para el pago de los derechos aduaneros e impuestos interiores no es la conducta que asumieron los operadores del comercio exterior frente al Estado argentino. Los compromisos asumidos deben cumplirlos", dijo el comunicado.
Añadió que "los precios de los commodities agrícolas en los mercados internacionales están influenciados por los vaivenes especulativos de otros productos, tales como el barril de crudo, y en general las bolsas de valores".
Según la AFIP, "gracias al trabajo realizado por nuestro Gobierno, se desacoplaron dichos valores y las curvas nacionales de alzas y bajas fueron más suaves que las mostradas por los mercados internacionales", con lo que "hubo menos espacio para la especulación en la Argentina".
A pesar de ello, sostuvo el organismo, "algunos poderes de compra locales utilizaron informaciones desvirtuadas argumentando trabas a la exportación para pagar menos a los productores, a pesar de que ellos exportan a los valores internacionales. Confundieron trabas con controles", se señaló.
El comunicado consideró que la caída de los precios de las cotizaciones de productos como la soja, el girasol, el maíz y el trigo "fue causada precisamente por la especulación".
Estas mercaderías "alcanzaron valores irreales y por completo insostenibles en el tiempo", pero "el escenario para los alimentos hoy es otro", añadió la AFIP.
La caída, evaluó luego, "fue tan brusca como la subida y los precios hoy llegan a guarismos que no son los más bajos de los últimos cinco años".
El organismo recaudador aseguró que "la curva alcista que se ha iniciado no será tan abrupta como la anterior, se ajustará en la formación de un precio y contendrá menos vaivenes y menor volatilidad".
En Chicago, ejemplificó el comunicado, la soja este lunes cotizaba a 363,40 dólares la tonelada, siendo el máximo del 2008 de 609,22 dólares y el mínimo de 300,93.
"No olvidemos que este grano tiene un piso en septiembre de 2006 en los 196,4 dólares y en febrero de 2007 cotizaba a 278,04 dólares", puntualizó la AFIP.
En el caso del maíz, agregó, la tendencia es similar: Chicago mostraba el lunes en pizarra 156,74 dólares la tonelada, siendo el máximo de 2008 de 321,14 y el mínimo de 122,83.
El organismo remarcó que "este valor también está lejos de septiembre de 2006, cuando el maíz cotizaba a 89,53 dólares, y más aún de los 75,28 dólares de diciembre de 2005".
"Pretender aprovechar esta contingencia para reducir la carga impositiva o disminuir el control sobre el mercado es una mala práctica", dijo Echegaray.
Agregó el funcionario que "la situación internacional de mayor demanda y menos oferta de alimentos obliga al Estado argentino a proteger el abastecimiento interno".
"Hoy, bajar los compromisos impositivos es un error cuando los mercados precisamente tienen tendencias al alza en el mediano y largo plazo", concluyó Echegaray.
