Miércoles 25 de Abril de 2007, 10:34

EL GOBIERNO LE BAJA EL TONO AL CRUCE CON LA IGLESIA

| Al menos públicamente, el Gobierno salió ayer a bajarle el tono al enfrentamiento que mantiene con la Iglesia y que se había intensificado en las últimas horas luego de una homilía del cardenal Jorge Bergoglio y un discurso del presidente Néstor Kirchner.

En ese sentido, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, evitó polemizar con Bergoglio, quien había señalado que la institución es "perseguida" y desestimó que sus palabras signifiquen "una colisión" entre la Iglesia y el Gobierno. El ministro advirtió que el mensaje en las homilías debe ser entendido como "un todo y no por lo que dice una frase aislada", en referencia a la sugestiva frase utilizada por el cardenal. "No tenemos que mirar eso como si fuera una alusión hacia una determinada persona. No sé quién es el que inventa o instala esta pelea entre la Iglesia y el Gobierno, porque nosotros no lo entendimos en ese sentido", sostuvo sobre las palabras del presidente del Episcopado y arzobispo de Buenos Aires. En declaraciones periodísticas, Fernández agregó: "los cristianos hemos sido perseguidos toda la vida". El titular de la cartera política dijo además que no sabe si tiene "la estatura intelectual ni el conocimiento del dogma como para refutar lo que dice el cardenal primado de la Argentina". Bergoglio había señalado este lunes que "la Iglesia fue, es y será perseguida", en medio del desacuerdo que la Iglesia mantiene con el Gobierno y luego de que algunos sectores del oficialismo lo acusaran de inmiscuirse en la pelea electoral porteña, Kirchner, por su parte, le respondió desde la Casa Rosada que a veces "ni siquiera aquellos que predican el Evangelio" ponen la otra mejilla para recibir cuestionamientos. Sin embargo, horas más tarde, desde el mismo Gobierno se buscó desestimar el desencuentro y poner paños fríos a la situación. Mientras tanto, los obispos continuaron este martes con la asamblea plenaria que se celebra en la localidad bonaerense de Pilar, donde el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, presentó un trabajo sobre la drogadicción y sus consecuencias en el ámbito social y familiar. Fuente: NA.