El gobierno lejos de los presuntos sobornos en el Senado

"Es un tema judicial, no nos involucramos en el asunto. Esperamos que la Justicia decida y resuelva, la Justicia tiene que tener libertad para actuar y para decidir", señaló Fernández. En declaraciones radiales, el funcionario evitó responder acusaciones de Fernando de la Rúa acerca de que la aparición de nuevos testigos es parte de "una operación política", y consideró que el ex presidente "es una persona que está defendiéndose en esa causa". "Como en todos los temas judiciales, dejamos que sea la justicia la que hable, de ningún modo queremos que nuestra opinión pueda entenderse en algún sentido o en otro", explicó. El jefe de Gabinete consideró sobre la cuestión de los presuntos sobornos en el Senado que que "hay un juez que está investigando, hay un hecho que es muy sensible en la Argentina y para la institucionalidad argentina". En torno a la marcha de la causa, Fernández se pronunció a favor de que el juez federal Daniel Rafecas "resuelva lo que corresponde en justicia". Por otra parte, el jefe de Gabinete dijo desconocer si la ex secretaria de Remo Costanzo, Sandra Montero hizo un pedido formal para ingresar al programa oficial de Protección de Testigos. De todas formas, la mujer que reactivó la causa de los supuestos sobornos en el Senado en la sanción de la Ley de Trabajo en abril de 2000, mantuvo una reunión en el ministerio del Interior, por este tema, aunque en la cartera política negaron que el contacto haya sido con el ministro Aníbal Fernández. En tanto, el abogado de Montero, Roberto Ribas, se reunió el viernes con el secretario de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Bravo, quien fue el nexo en diciembre de 2003 entre la arrepentido Mario Pontaquarto el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Bravo, en declarciones periodísticas, señaló luego del encuentro con el abogado de Montero que la "cita fue casual", y negó que en esta oportunidad haya cumplido el mismo rol que en 2003 con Pontaquarto. Fuente: NA.