Sábado 18 de Marzo de 2006, 16:16

El gobierno llama a consumir pollo y pescado

CONFLICTO POR LOS PRECIOS | El Gobierno dejó en claro que duda de la transparencia de las operaciones que se realizan en el Mercado de Liniers y le ordenó suspender por 60 días el sistema denominado de "ventas al oído", por el cual el precio del animal no surge de una subasta pública sino de un acuerdo entre comprador y consignatario.

En una escalada en su enfrentamiento con ganaderos y frigoríficos, la administración Kirchner también salió a recomendar a los consumidores sustituir la carne por pollo, pescado, cerdo y legumbres, a pesar de que el precio en las carnicerías bajó 10 por ciento esta semana, según los comerciantes. La sustitución no resulta una tarea sencilla debido a que el consumo de carne vacuna es una cuestión cultural en la Argentina y porque también se encuentran en niveles muy elevados los precios de los productos alternativos. En el Mercado de Liniers las ventas tienen dos modalidades: - Subasta pública: se realiza a la vista y se resuelve el precio públicamente con presunción de transparencia entre compradores y vendedores. - "Ventas al oído": resulta de un acuerdo entre compradores y consignatarios donde no se utiliza el sistema de subasta sino que el precio acordado queda manifestado recién al registrar la operación. Según Economía, "presumiblemente este procedimiento permitiría realizar maniobras especulativas con el precio frente a tendencias a la suba, mientras que podría ser utilizado para sostener el precio frente a tendencias a la baja, con lo cual existe la razonable presunción de conductas anticompetitivas". El Palacio de Hacienda indicó que la medida se produjo en el marco de la investigación iniciada al Mercado de Liniers por presunta violación de la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia, por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). Como medida precautoria, se ordenó al Mercado de Liniers que arbitre las medidas necesarias para que los consignatarios habilitados se abstengan, por el término de 60 días, de celebrar las denominadas "ventas al oído". En paralelo, la CNDC continúa trabajando sobre la causa que dio origen a la investigación y puso en marcha un mecanismo de control para realizar inspecciones durante el plazo de la suspensión. Estas novedades reflejaron que la pulseada entre el Gobierno y el sector cárnico por el precio de la hacienda está lejos de disminuir. Mediante avisos en los principales medios, el Poder Ejecutivo recomendó: "Si el precio de la carne no baja, no compre", y sugirió sustituirlo por otros alimentos, en una solicitada firmada por Defensa del Consumidor. El aviso se conoció en otro día en que volvieron a ingresar pocos animales en el Mercado de Hacienda de Liniers, aunque el valor del ganado en pie experimentó un leve retroceso. También trascendió que productores y frigoríficos exportadores preparan un plan destinado a fortalecer el stock ganadero y garantizar por un año el actual valor de mercado, el precio doméstico de los cortes populares. Esa iniciativa que discuten la Sociedad Rural, CARBAP y los frigoríficos exportadores prevén establecer cupos a la exportación que podrían alcanzar las 300.000 toneladas, un 40 por ciento de lo exportado el año pasado. A cambio, el sector pide eliminar las restricciones a las ventas externas y las retenciones, y se reclaman beneficios fiscales y financieros para aumentar el stock ganadero. Para ganaderos y frigoríficos, el problema del stock es la causa central del encarecimiento de la carne, y no las exportaciones, como cree el gobierno. Según la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital, los precios de la carne al público bajaron entre el miércoles y jueves entre 8 y 10 por ciento, y prevén que se mantendrán así durante la próxima semana. En el Mercado de Liniers, la oferta de ganado fue escasa (apenas unos 6.400 animales cuando en general entran 10.000), a pesar de lo cual se produjo un retroceso de entre 1 y 2 por ciento en los precios, en especial por la lluvia que complicó el transporte en las zonas ganaderas. En este marco, la Sociedad Rural salió a advertir que la decisión del gobierno de suspender exportaciones genera incertidumbre en las más de 500.000 familias que dependen de la ganadería. Y añade que la cantidad de empleados de los frigoríficos afectados por la suspensión de las exportaciones alcanzarían las 15.000 personas. Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Javier Jayo Ordoqui, advirtió que el alza en el precio de la carne se produce por "la demanda del mercado interno", y responsabilizó al Gobierno por sacar "el animal liviano del mercado". Aludió así a la medida que elevó de 260 a 280 kilos el peso mínimo de los animales que pueden enviarse a Liniers. Pero desde el gobierno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, defendió nuevamente la suspensión de las exportaciones, al señalar que "ocuparse de la carne es ocuparse de la estabilidad económica, del salario de la gente y de garantizar un crecimiento estable". "Ninguno de estos tres aspectos son aspectos de política menores, sino de grandes líneas de la política del Gobierno nacional", aseveró. Fuente: NA.