Miércoles 20 de Febrero de 2008, 01:00

El Gobierno no espera cambios bruscos en las relaciones con Cuba

| La renuncia de Fidel Castro a la Presidencia de Cuba no modificará las relaciones institucionales con la Argentina, que "seguirán su cauce normal", aseguró el encargado de Negocios en el país caribeño, Pedro Von Eyken.

"Las relaciones van a seguir como hasta ahora, muy bien. No se esperan cambios para nada, seguirán su curso normal", señaló el diplomático en diálogo con la agencia Noticias Argentinas desde la Embajada Argentina en Cuba. Von Eyken, quien representa la máxima autoridad del gobierno argentino en la isla, señaló incluso que los vínculos entre ambos países seguirán manteniéndose "como hasta momento" con un "diálogo fluido, entendimiento bilateral y cooperación técnica y productiva". "Es más la expectativa internacional que la reacción que se puede percibir ahora en La Habana, donde la gente ya esperaba este anuncio", apuntó Von Eyken. En tanto, fuentes oficiales con llegada al despacho del canciller Jorge Taiana señalaron que "era una decisión esperada, ya que hace más de un año y medio que Fidel no ejercía la Presidencia efectiva de su país", aunque reconocieron que el retiro de Castro "es sin duda un acontecimiento trascendente para la vida política de Cuba". "La Argentina seguirá atentamente los procesos políticos que puedan darse en esta nueva etapa y hace votos para que esta sea una transición pacífica y respete las decisiones del pueblo cubano", indicaron las fuentes de Gobierno consultadas. La Argentina mantiene vacante su embajada en Cuba desde diciembre pasado, cuando concluyó la misión de Darío Alessandor, un cargo para el que ya fueron sondeados varios funcionarios, aunque ninguno con éxito. En este sentido, uno de los principales conflictos pendientes que deberá sortear el próximo embajador es el de la médica cubana disidente Hilda Molina a quien Fidel Castro prohibió la salida del país para visitar a sus nietos en Buenos Aires. Si bien durante el Gobierno del presidente Néstor Kirchner hubo un pedido formal a Fidel para que se le permita a la neourocirujana viajar al país, el conflicto se mantiene por ahora en suspenso y sigue retumbando en los oídos de la diplomacia nacional. "La falta de designación en esta embajada es normal dentro de un proceso de definiciones de varias sedes diplomáticas en curso. El tema está ahora en manos de la presidenta Cristina Kirchner", señaló a la agencia NA el Subsecretario de Integración para América y el Mercosur, Eduardo Sigal. El funcionario evaluó además que la Argentina "ha tenido una relación muy madura en los últimos años con Cuba" que espera "pueda seguirse profundizando a partir de la complementación productiva y las posibilidad de aporte que la Argentina pueda dar para el desarrollo pleno" del gobierno de la isla. "Estamos ante un hecho muy importante, porque se cierra el ciclo de uno de los grandes liderazgos, más allá de las opiniones que a cada uno le merezca el siglo XX. Espero que en la nueva etapa que se abre en Cuba todos los países del mundo observemos con respeto la autodeterminación que el pueblo cubano debe darse para tener sus propias autoridades y modo de insertarse en el mundo globalizado", reflexionó Sigal, cuadro surgido del PC argentino. Otro de los dirigentes argentinos cercanos al líder cubano, el diputado Miguel Bonasso, evaluó que "lo que se viene ahora" tras la renuncia de Castro "va a estar marcado por un proceso de debate en Cuba" pero siempre "dentro de la Revolución y no fuera de ella". "La Revolución ha formado cuadros de gran valor. Ahora seguro habrá adaptaciones y reformas, se debatirá si es que se liberalizan, pero siempre dentro de ciertos parámetros porque sigue existiendo un respaldo popular fortísimo a las políticas de Estado cubano", consideró Bonasso. El presidente Fidel Castro anunció este martes su renuncia a los cargos de jefe de Estado y de comandante en jefe de Cuba, después de casi medio siglo al frente del país, en un artículo publicado en la edición digital de Granma, diario oficial del Partido Comunista. Castro, de 81 años, comunicó su renuncia tras casi 19 meses de convalecer de una severa enfermedad que lo llevó a ceder el mando del país con carácter provisional a su hermano Raúl. Fuente: NA.