| Una agencia judía de noticias publicó que Aníbal Fernández le había confirmado a las autoridades del Comité Judío Americano que se interrumpían las relaciones a raíz de las rispideces por la causa AMIA. Sin embargo, el vocero del titular de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos lo desmintió.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, salió a desmentir que el Gobierno haya decidido suspender el comercio con Irán, luego de que autoridades de la comunidad judía aseguraran que la medida había sido anunciada por el funcionario durante una reunión con miembros del Comité Judío Americano que están de visita en el país.
El entredicho ocurrió tras ese encuentro realizado en la Casa de Gobierno, cuando el secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, informó acerca del supuesto compromiso tomado por el funcionario nacional para disponer la suspensión del comercio con el país de Medio Oriente.
Esta medida constituye un viejo reclamo de la comunidad judía argentina, teniendo en cuenta el crecimiento del intercambio comercial entre ambos países en los últimos años, a pesar de que está vigente un pedido de captura de la justicia argentina contra importantes ex autoridades iraníes por el atentado a la AMIA.
Sin embargo, cuando los familiares de las víctimas ya estaban celebrando la decisión oficial, Aníbal Fernández salió a negar esas versiones a través de su vocero, Fernando Coradazzi, quien subrayó que no es el ministro el encargado de hacer anuncios "vinculados a temas que no son de su competencia".
"No vamos a desmentir algo que nunca afirmamos. Que lo desmienta quien lo dijo", sostuvo Coradazzi y agregó que "el ministro sólo habló de temas específicos de la cartera" durante la audiencia y no del comercio internacional, que correspondea la Cancillería, en manos de Jorge Taiana.
Fue así como Schlosser salió a aclarar a través de un comunicado que pudo haber "malinterpretado" las palabras del titular de la cartera política durante la reunión "ante la necesidad de escuchar decisiones políticas" que conduzcan al esclarecimiento del atentado de 1994, que causó 85 muertos.
"La causa AMIA y su esclarecimiento es una asignatura pendiente de la Justicia y de la sociedad argentina, motivo por el cual quienes velamos por dicho esclarecimiento y ante la necesidad de escuchar decisiones políticas que lleven a ese resultado, pude haber malinterpretado las palabras del ministro Aníbal Fernández, en la entrevista que mantuvimos hoy con el Comité Judío Americano en su despacho", señaló el secretario.
Agregó que en ningún momento obró "de mala fe" y ratificó su "total confianza en la Justicia argentina y en los demás poderes del Estado", pero subrayó que seguirá "exigiendo verdad y justicia por los muertos argentinos en el peor atentado en el país".
En 2008, la balanza comercial se ubicó cerca de los mil millones de dólares, un nivel que no se registraban desde antes del ataque terrorista de 1994.
De hecho, en el primer semestre del año las exportaciones se multiplicaron por cien y convirtieron a Irán en el mejor cliente de la Argentina en Medio Oriente.
Durante la reunión en el Ministerio de Justicia, Fernández sí reiteró ante los miembros de la comisión el "firme compromiso de seguir con la investigación" por la voladura de la AMIA y repudió, además, las declaraciones del gobierno iraní, que había acusado a los magistrados argentinos de ser "los más corruptos del mundo".
Así lo señaló el presidente del Comité, Richard Sideman, quien afirmó que el funcionario argentino le dijo que "son inexactas y falsas" las declaraciones del vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Hasa Ghashghavi, destinadas a desacreditar la investigación por el atentado contra la mutual judía.
"El ministro fue muy claro y lógico en la descripción de los esfuerzos que hace la Argentina para evitar el terrorismo y garantizar la seguridad y las libertades civiles de la comunidad judía", afirmó el representante judío luego de la reunión.
No se trata éste del primer malentendido entre el Gobierno kirchnerista y la comunidad judía local: en 2004, al término de una reunión entre Néstor Kirchner y el Comité Judío Americano, el entonces titular de la AMIA, Abraham Kaul, informó a la prensa que el jefe del Estado les había revelado el hallazgo de 45 cassettes desaparecidos desde hace diez años de importancia para la investigación del atentado.
Esas versiones fueron desmentidas luego por el propio Kirchner, que sostuvo que se había referido a los "recibos" de personas que se llevaron los casettes desaparecidos y a no las cintas, aunque finalmente el confuso episodio terminó en la justicia.
