Sábado 18 de Julio de 2009, 23:12

El Gran Capitán, el tren de los humildes

| El Gran Capitán repleto de pasajeros viaja con destino a Posadas, Misiones. La formación, integrada por catorce (14) vehículos (5 coches Clase Turista, 5 Primera Clase, 1 Coche Comedor, 2 Furgones y 1 Bandeja Automovilera), lleva más de 800 pasajeros.

El tren, en muchos casos único medio de transporte que los puede movilizar entre pueblos, tanto de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones que es por donde circula este convoy -a lo largo de más de 1.100 kilótros- hace paradas intermedias en más de 50 estaciones y apeaderos. Dos horas antes de salir el tren, pudimos observar que ya la estación Federico Lacroze se encontraba colmada de gente (en lo general de condición social muy humilde) a la espera de la salida del convoy. Asimismo, muchos mochileros viajaban a distintos puntos de la Mesopotamia para poder pasar los días de vacaciones de invierno y receso por la emergencia sanitaria por la Gripe “A”. Tuvimos oportunidad de charlar con algunos pasajeros que iban a viajar en “El Gran Capitán”, para saber porqué lo hacían en un tren que marcha a poca velocidad y que a lo largo del trayecto tiene infinidad de zonas en precaución por el pésimo estado en que se encuentra la infraestructura de vía, y que por lo tanto insuminiría mucho más tiempo, nos comentaban que lo hacían por lo barato del pasaje, ya que en Turista punta a punta sale $ 39,00 y una familia tipo (4 personas) gasta $156,00 cuando en micro por ese importe sólo lo puede hacer una persona. Aquí es dónde nos deberíamos detener y pensar en la función social que cumple este servicio y del esfuerzo que realizan los responsables de la empresa TEA por mantenerlo y no aumentar el pasaje para que la gente (sobre todo de condición social humilde) pueda hacerlo, aunque el servicio no sea el ideal. Sabemos muy bien de los problemas que ha tenido la empresa por mantener el tren, tanto de índole gremial como de parte de la Secretaría de Transporte. Creemos que en vez de poner palos en la rueda el Estado tendría que ayudar otorgando algún subsidio que no recibe y que sí lo tienen otras empresas concesionarias de trenes de pasajeros para poder mejorar el servicio, proyectar en realizar trabajos de mejoramiento de la infraestructura de vía a lo largo de la red troncal del ex Ferrocarril Urquiza, y obligar a la empresa concesionaria de carga a que no circule con trenes fuera del tonelaje exigido, haciendo que la vía se destuya y la formación de “El Gran Capitán” tenga que transitar a muy baja velocidad lo que hace que tome más de 30 horas para realizar un recorrido de 1.100 km. Bien o mal, guste o no, la empresa TEA está ofreciendo un servicio netamente social que hace que muchas personas se puedan movilizar gracias a que ponen todo para que ese tren siga circulando y sin recibir ayuda de parte del Estado. Ojalá sepa interpretar el nuevo Secretario de Transporte dónde (entre otras) están las prioridades y necesidades. Al respecto, en un reportaje que concediera al diario Clarín hace unos días, ante la pregunta de ¿Cuáles son los ejes de ese “plan de ataque”?. El Ingeniero Schiavi dijo: “Son cinco. El desarrollo productivo, porque el transporte hace o no sustentable a una región del país. Que el sistema sea eficiente. Que aporte a la integración territorial, incluyendo un Consejo Federal del Transporte. La gestión ambiental, que el sistema sea más eficiente desde lo ecológico. La calidad de vida, porque menos tiempo de viaje es más tiempo de ocio. Y la innovación tecnológica“. Señor Secretario de Transporte la gente de la Mesopotamia espera que cumpla con su promesa. Fuente: Crónica Ferroviaria.