| Fueron dirigidas al prelado Marcelo Martorell, sucesor de Joaquín Piña. Colaboradores del obispo atendieron las llamadas que, con la voz de un hombre, decían: "Que se deje de joder porque lo vamos a hacer boleta".
El obispo de Iguazú, Marcelo Martorell, denunció que fue amenazado de muerte, vía telefónica, por un hombre, lo cual provocó "temor" y "disgusto" entre sus colaboradores, según trascendió ayer.
La denuncia fue radicada por el prelado hace días, pero recién trascendió ayer cuando el presbítero Gastón Gattino confirmó que en el caso intervino el juez federal de la localidad de Eldorado, Mario Hachiro Doi.
"Se está investigando a fondo a través de efectivos de Gendarmería Nacional y del propio juzgado", se limitó a señalar una fuente judicial consultada por DyN, que aseguró que "la amenaza concreta fue a través de una voz masculina que le dijo al obispo que se deje de joder porque iba a convertirse en boleta".
El párroco Gattino dijo que hubo dos llamadas anónimas que fueron recibidas por colaboradores del obispo, una al obispado y otra a una iglesia de la diócesis, "realizadas por una voz masculina que dijo: 'que Martorell se deje de joder porque lo vamos a hacer boleta'".
Al ser consultado a qué atribuía esa circunstancia, el cura señaló que "hay decisiones que siempre afectan" pero aseguró que no se dejará de lado "el proyecto de trabajo con la sociedad, mantendremos en alto nuestra vocación de servicio".
No obstante, el colaborador del obispo puntualizó que el perfil pastoral que Martorell imprimió a su gestión desde que asumió, en diciembre del año pasado, "tiene una marcada diferencia" con la que realizó su antecesor, Joaquín Piña, quien se jubiló y encabezó un frente opositor al actual gobierno provincial.
Fuente: DyN.
