Jueves 18 de Octubre de 2007, 11:26

El Papa nombró a dos nuevos cardenales argentinos

| El prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales del Vaticano, Leonardo Sandri, y el arzobispo emérito de Paraná, Estanislao Karlic, se convertirán en príncipes de la Iglesia el próximo 24 de noviembre, durante la celebración del segundo consistorio de Benedicto XVI.

La Iglesia argentina contará con dos nuevos cardenales cuando el próximo 24 de noviembre sean creados por el papa Benedicto XVI los arzobispos Leonardo Sandri y Estanislao Karlic, según se anunció este miércoles en El Vaticano. Al término de la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa anunció que el último sábado de noviembre realizará un consistorio en el que nombrará a 23 nuevos cardenales; entre ellos, los dos argentinos, un mexicano y un brasileño. Dieciocho de los nuevos cardenales serían hoy electores si hubiera un nuevo cónclave por tener menos de 80 años, en tanto que los cinco restantes, por superar esta edad, no podrían formar parte en la elección de un futuro Papa. Entre los argentinos, figuran monseñor Sandri -de 63 años-, que actualmente desempeña un cargo en el Vaticano como prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, y monseñor Karlic -de 81-, arzobispo emérito de Paraná, informó la agencia ANSA. Sandri y Karlic se sumarán así a los otros dos cardenales argentinos: Jorge Bergoglio, presidente del Episcopado argentino, actualmente único elector y mencionado como segundo detrás de Joseph Ratzinger en la última elección papal en 2005; y Jorge Mejía, de 84 años, que renunció en 2003 como bibliotecario del Vaticano, y ahora trabaja en pro del diálogo interreligioso. Por su parte, monseñor Sandri fue "ministro del Interior" del Vaticano hasta junio de 2007 y su imagen recorrió el mundo el 2 de abril de 2005, cuando anunció oficialmente la muerte del Juan Pablo II. También fue conocido como "la voz del Papa", por leer en público los discursos de Karol Wojtyla en los últimos años de su pontificado, ya debilitado de salud. En tanto, Karlic fue presidente del Episcopado argentino durante dos períodos consecutivos, entre 1996 y 2002, y fue uno de los ocho prelados a quien Juan Pablo II encomendó a mediados de la década del ’80 la redacción del Nuevo Catecismo de la Iglesia. Los nuevos príncipes de la Iglesia recibirán el tradicional birrete rojo y el anillo de oro de cardenal durante la celebración del segundo consistorio o reunión de cardenales del pontificado que fue fijado para el próximo 24 de noviembre. Con las nuevas designaciones, el número de cardenales con derecho a voto en un eventual cónclave por la muerte del Papa llega a 121 miembros, uno más del límite fijado por el Papa Pablo VI y pocas veces superado por Juan Pablo II. Los otros latinoamericanos que recibirán el título cardenalicio son el mexicano Francisco Robles Ortega, de 58 años, arzobispo de Monterrey; y el brasileño Odilio Pedro Scherer, también de 58, arzobispo de San Pablo. Dos españoles, el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco Vicente y el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, también recibirán el birrete rojo cardenalicio. Otros encargados de sedes episcopales que recibirán el título cardenalicio, con el de París, monseñor André Vingt-Trois; de Nairobi (Kenia); John Njue, de Génova (Italia); y Angelo Bagnasco, actual presidente de la conferencia episcopal italiana. Entre los encargados de entidades de la Curia Romana figuran el italiano Giovanni Lajolo, presidente de la comisión pontificia y de gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; el alemán Paul Joseph Cordes, presidente del pontificio consejo "Cor Unum"; el italiano Angelo Comastri, archiprestre de la basílica del Vaticano y el polaco Stanislaw Rylko, presidente del pontificio consejo para los laicos. Finalmente, el estadounidense John Patrick Foley, Pro-Gran maestro del Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, también será designado cardenal. En tanto, los cinco nuevos cardenales con más de 80 años -entre ellos, el argentino Karlic- fueron designados por el pontífice "por el servicio ejemplar dado a la Iglesia", según afirmó el Papa.