Política | El Papa Francisco alteró su agenda habitual para destinar una hora a dialogar con el Presidente Javier MIlei, en un encuentro que había generado grandes expectativas dado los desencuentros y las críticas que hizo el mandatario sobre el pontífice.
Durante la visita, el Presidente Milei presentó en la Secretaría de Estado de la Santa Sede su plan "para enfrentar la crisis económica" de la Argentina.
"No me tenía en esa tarea, pero si usted me lo pide, lo hago", le dijo Milei al Papa, haciendo referencia a una conversación previa que no trascendió, al entrar en la Biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico a las 9 hora de Roma (5 en Argentina), en donde estuvo hasta las 10 para una reunión privada, informaron fuentes vaticanas.
La reunión, según el cronograma del Vaticano, iba a tener una duración de media hora, ya que Francisco tenía luego agendado un encuentro con los miembros de la Academia Pontificia para la Vida, que debió retrasar por la audiencia con el Presidente.
Luego de la reunión con el Papa, el Presidente mantuvo un encuentro con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, que estuvo acompañado por el canciller de la Santa Sede, al Arzobispo Paul Richard Gallagher.
"Durante las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado, se expresó satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República Argentina y el deseo de reforzarlas aún más", informó luego un comunicado vaticano.
"A continuación, se detuvieron en el programa del nuevo Gobierno para enfrentar la crisis económica" y "en la continuación de la conversación, se abordaron varios temas internacionales, en particular los conflictos actuales y el compromiso por la paz entre las naciones".
Tras el encuentro privado, el Papa saludó a la delegación que integran la Secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; la Canciller Diana Mondino; el Ministro del Interior, Guillermo Francos; la Ministro de Capital Humano, Sandra Pettovello; el anunciado Secretario de Culto, Francisco Sánchez; y el rabino designado Embajador en Israel, Axel Wahnish.