Sábado 3 de Junio de 2006, 17:46

El Senado debate sobre la producción industrial limpia

| La Comisión de Industria y Comercio del Senado de la Nación comenzó días pasados un debate abierto sobre la necesidad de una producción industrial limpia en la Argentina y su conversión tecnológica con desarrollo sustentable de acuerdo a normas ambientales internacionales.

El debate fue abierto por la senadora nacional Alicia Mastandrea (UCR-Chaco), quién valoró la iniciativa parlamentaria presentada en marzo pasado por la senadora nacional Graciela Bar (PJ-Entre Ríos), teniendo en cuenta que existe una visión bastante pesimista de la situación actual en término ambiental, tanto a escala mundial, continental, nacional y/o regional. Después, Bar presentó su proyecto legislativo, la doctora María Cristina Area, especialista de la Universidad de Misiones, expuso sobre las industrias celulosas existentes en la Argentina y un equipo de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable explicó el programa de Producción Limpia que lleva adelante ese organismo nacional. Por su parte, Bar advirtió que por más moderna que sea la legislación vigente o la tecnología aplicada sea la más avanzada, si no se ejerce un control efectivo de la producción industrial y, en especial, de la fabricación de pastas celulosas nuestros ríos y arroyos se convierten en un potencial lugar de contaminación y de impunidad para empresas, tanto nacionales como extranjeras, que no respetan en lo más mínimo las exigencias internacionales en cuanto a la protección del medio ambiente, así como tampoco se protege la salud de las personas ni se garantiza el derecho de vivir en un ambiente sano, como lo establece la Constitución Nacional. En ese sentido, recordó que en la sesión parlamentaria del Senado donde se aprobó recurrir al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, a raíz del problema internacional suscitado con el Uruguay por la instalación en el vecino país de las plantas de celulosas de Botnia y Ence, hubo legisladores que manifestaron en forma errónea sobre la utilización en la Argentina de tecnología acorde a las normas internacionales y de producción limpia, cuando luego la Justicia dictaminó lo contrario en dos casos concretos: los directivos de “Papelera del Tucumán” fueron procesados penalmente por la Cámara Federal de Tucumán por contaminación de aguas y la muerte de especies autóctonas; y la firma Massuh, ubicada en la localidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires, tras un sentencia judicial está obligada a reparar daños provocados en el ecosistema y a mejorar su gestión ambiental. Lo propio ocurre con las empresas Botnia y Ence, agregó Bar, cuando dicen que su producción industrial utilizará la mejor tecnología disponible y que el impacto ambiental será mínimo, pero no se brinda la información suficiente ni se encaran los estudios técnicos ambientales indispensables que aclararían la cuestión, como advirtiera en Gualeguaychú el presidente Néstor Kirchner y reclamara judicialmente el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti. Bar fundamentó la iniciativa reconociendo que la Argentina es productora de pasta de celulosa y de papel, y registra una importante cantidad de hectáreas dedicadas a la explotación forestal. Es así que nuestro país, frente a los preocupantes datos y antecedentes de contaminación generada por industrias celulósicas, debe encarar el tema y legislar en función de asegurar un verdadero progreso económico sustentable que garantice la protección del medio ambiente para el desarrollo integral de las generaciones presentes y futuras, indicó. Si vamos a recordar el próximo 5 de junio el Día Internacional del Medio Ambiente, lo mínimo que podemos hacer es asumir la responsabilidad y el compromiso en el cuidado del ambiente en todos lados, sin que haya diferentes o doble estándares de aplicación -uno restrictivo para Europa y otro que permite algún grado de contaminación para los países de América Latina-, y que nuestra lucha sea a partir de ahora una “causa mundial”, concluyó.