Viernes 14 de Abril de 2006, 16:28

El Servicio Meteorológico saldría de la órbita de

| El Gobierno analiza la posibilidad de retirar de la órbita de la Fuerza Aérea el manejo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Altas fuentes de la Casa Rosada revelaron a que la medida debe estudiarla el presidente Néstor Kirchner

La Secretaría General de la Presidencia, que conduce Oscar Parrilli, recibió una serie de denuncias formuladas por el personal de científicos de la entidad, a través del presidente del Centro Argentino de Meteorólogos, Juan Manuel Hörler. Parrilli y la ministra de Defensa, Nilda Garré, comenzaron a analizar el caso y a buscar una resolución para, en el corto plazo, retirar el manejo del SMN del ámbito castrense. El argumento de la Casa Rosada es que ese organismo fue intervenido en el gobierno militar del general Juan Carlos Onganía y, 40 años después, "es tiempo de que vuelva a la órbita civil", dicen. El plazo estipulado para esa intervención era de 90 días, según el decreto 2818 del 25 de octubre de 1966, que lleva la firma del ex presidente de facto. Esa situación no se revirtió por cuatro décadas y de allí la premura de la administración nacional por retirarlo de la esfera militar. Sin embargo, existen otros antecedentes que lo emparentan con el ámbito castrense: el Servicio Meteorológico Nacional fue creado como tal por el decreto ley 10.131 del 5 de mayo de 1945, bajo instrucción del general Edelmiro Farrel. Esa norma lo asignó dentro de la Secretaría de Aeronáutica, que luego sería la base de estructuración de la Fuerza Aérea Argentina. Las autoridades nacionales escucharon una serie de denuncias sobre el estado del SMN por parte de Hörler, que asumió la representación de científicos. "En los 40 años que pasaron desde que se intervino por Onganía, el Servicio Meteorológico Nacional fue sometido a un proceso de vaciamiento que hoy lo está llevando a la extinción: se trabaja sin herramientas, que fueron abandonadas por la Fuerza Aérea", dijo Hörler a La Nación. "Por ejemplo, de las 3000 estaciones pluviométricas que había en la década del 70, sólo quedan hoy 300, en parte por el abandono con que se obró en su cuidado y en parte por las picardías de las fuerzas", agregó. "Hasta el día de hoy, los científicos no conocen el presupuesto con que cuenta el servicio ni el manejo de los recursos de que dispone la administración nacional para estos fines", dijo Hörler. La Casa Rosada analiza pasar el servicio a la órbita de la Secretaría de Ciencia y Técnica, que depende del Ministerio de Educación. Aún se desconoce cuál podría ser el futuro del personal militar que desempeña tareas en esa repartición, dijeron las fuentes del Gobierno consultadas. No es éste un problema menor. Sucede que tiene grado militar el 46 por ciento de los 1040 integrantes del Servicio Meteorológico Nacional. Fuentes de la Fuerza Aérea explicaron que esos militares tienen títulos habilitantes como meteorólogos, tanto de grado otorgado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) como tecnicaturas. El resto de los empleados es considerado personal civil de la Fuerza Aérea, también con títulos en la especialidad. La carrera de meteorología sólo se cursa en la UBA y tiene un promedio de cuatro egresados por año. El presupuesto operativo del Servicio Meteorológico Nacional es de 6.000.000 de pesos, sin contar los gastos de salarios, que salen en su totalidad del monto asignado en ese rubro a la Fuerza Aérea. En la Casa Rosada todavía analizan qué mecanismo legal se utilizará para remover al Servicio Meteorológico Nacional de la órbita militar, ya que su creación es un decreto ley. De todas maneras, el Gobierno ya se valió de la firma de decretos de necesidad y urgencia para rearmar esquemas civiles en áreas con anteriores responsabilidades militares. Ese fue el caso de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN), que fue trasladada de ese modo de dependencia orgánica con el nuevo nombre de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), sin que un año después se cuente con la necesaria ley para respaldar sus acciones. Fuentes de la aeronáutica militar confirmaron que en los despachos del Edificio Cóndor se está al tanto de la iniciativa del Gobierno. También expresaron que, lógicamente, los militares aceptarán la decisión del presidente Néstor Kirchner. Más allá de eso, existe la preocupación militar por saber qué pasará con sus hombres asignados al SMN y, especialmente, por la forma en que podrán ser cubiertas las posibles vacantes en lugares remotos del país donde trabaja ese organismo, que tiene incluso cinco estaciones en la Antártida.