Miércoles 21 de Junio de 2006, 10:11

Etchecolatz se sentó al banquillo con soberbia

| El ex funcionario de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar participó del debate oral y público que lleva adelante la Justicia Federal por delitos de lesa humanidad. Etchecolatz se negó a declarar ante los magistrados, pero afirmó que el Tribunal "no tiene la autoridad" para juzgarlo, y se resguardó en el derecho constitucional para no prestar declaración indagatoria, aunque sostuvo: "Por ahora no pienso hablar".

El ex director de Investigaciones Científica de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz, tuvo este martes su primera jornada en el proceso oral y público que lleva adelante la Justicia Federal, en el Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, por sus "funciones" terroristas durante la última dictadura militar. Cabe recordar que Etchecolatz admitió haber participado en 1976 junto al ex represor, el general Ramón Camps -jefe de la temida Bonaerense de aquellos años-, de un operativo en una vivienda de la capital de la Provincia, donde fueron asesinadas cuatro personas, entre ellas Diana Teruggi, madre de Clara Mariani, joven aún no restituida a sus familiares biológicos. El primer día de proceso penal se desarrolló entre abucheos, gritos e insultos por parte del público, y hasta los miembros del mismísimo Tribunal -compuesto por los magistrados Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo- debieron interrumpir el trámite judicial en reiteradas oportunidades, debido al incesante cántico de los presentes. Sin embargo, el ex funcionario de la Bonaerense hizo oídos sordos a las frases, y con "aires de soberbia" sostuvo ante los jueces que no iba a declarar porque el Tribunal no tenía "la autoridad" para juzgarlo y, por otra parte, porque gozaba del derecho constitucional de no prestar declaración indagatoria por los hechos que se le imputan. "Con el respeto que se merece este Tribunal, creo que no tiene autoridad para tratar estos casos, porque corresponden a la jurisdicción militar, como se hizo desde un inicio", aseguró Etchecolatz, quien agregó que "además, me asiste el sagrado derecho de la Constitución Nacional". El ex funcionario policial está acusado de seis homicidios calificados, privaciones ilegales de la libertad y aplicación de tormentos ocurridos durante la época del Proceso, siendo el primer juicio que se realiza después de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, abolidas por el Congreso en el 2003, y posteriormente por la Corte Suprema de Justicia. En este marco, donde la angustia y la bronca ganaba los ánimos de los concurrentes -entre ellos, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la Asociación Madres del Dolor, encabezado por Rosa Bru, y miembros de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)-, se dio lectura a las causas por las que será juzgado Etchecolatz durante cuatro meses en la comuna platense. [b]Un desmayo fallido[/b] El ex represor pidió en varias oportunidades salir de la sala de enjuiciamiento para ir al baño, y luego solicitó la presencia del cuerpo médico, debido a que sufrió una descompensación en pleno juicio. Etchecolatz fue retirado de la sala por algunos minutos para ser asistido clínicamente, pero los presentes siguieron con los cánticos y los insultos. Luego de algunos minutos, el ex funcionario policial volvió al recinto sin ser atendido por los médicos que llegaron al lugar, debido a que se había recuperado. Mientras tanto, miembros de distintas organizaciones sociales -como Hijos La Plata-, esperaban en la puerta del salón para abuchear a Etchecolatz y mostrarle las fotos de las víctimas que se cobró la última dictadura. Los médicos que arribaron al Palacio Comunal confirmaron que no asistieron al ex represor y aseguraron que lo vieron en "buenas condiciones". [b]Más requerimientos judiciales en la causa[/b] Casi finalizada la audiencia, y luego de que Etchecolatz se negara a declarar, la defensa de los familiares de las víctimas del '76 solicitó en carácter de urgente, el traslado del ex director de Investigaciones Científica a la Unidad 20 del Servicio Penitenciario Federal, debido a que consta en actas que el represor tiene en su poder un arma 9 milímetros en la vivienda de Mar del Plata. Esta situación fue argumentada por la defensa como "peligrosa", debido a que "se podría suicidar al no soportar el proceso de enjuiciamiento", o lo que es aún peor, "un posible homicidio a un tercero". Asimismo, se requirió adjuntar las causas que se están tramitando en la Justicia Federal a cargo del juez Arnaldo Corazza, como así también la Fiscalía pidió la incorporación de una sentencia que tiene como resultado la prisión domiciliaria, en donde se efectuaron declaraciones del propio Etchecolatz. Ambas medidas serán analizadas entre este miércoles y jueves por los magistrados, para resolver la situación actual del ex represor. [b]Disturbios y bronca en la comuna[/b] Luego de terminada la audiencia, Etchecolatz fue custodiado por personal de la Policía Bonaerense para retirarse del lugar, pero los manifestantes siguieron el paso del ex represor y llegaron hasta el patio del municipio, donde aguardaban periodistas de distintos medios. Cincuenta minutos bastaron para retirar a Etchecolatz del edificio, donde no se salvó de los insultos ni de los abucheos. No obstante, la defensa del ex funcionario policial fue detenida por los presentes en la puerta del municipio, para ser cuestionados por las distintas organizaciones, y hasta llegaron a apedrear el vehículo que los llevaba. "¿Ustedes qué estaban haciendo en el '76?", "¿Tuvieron padres o los mandaron a matar?", interrogaban los manifestantes a los abogados, al tiempo que coreaban: "Hijos de puta, hijos de puta". Conmoción, bronca y hasta indignación se mostró en el primer día de juicio a Etchecolatz, pero con ansias de Justicia. Fuente: agencia Nova.