PAPELERAS | El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, advirtió ayer que la relación entre Argentina y Uruguay quedó “muy dañada” por la decisión del gobierno de Tabaré Vázquez de autorizar el funcionamiento de la planta de celulosa de Botnia sin previo aviso.
También consideró que fue “casi rayana con el cinismo” la actitud del Presidente oriental de abrazar a su par argentino Néstor Kirchner al mismo tiempo que habilitaba la fábrica. Dijo que se trató de “una conducta muy poco feliz y poco sincera” y advirtió que fue “poco saludable” para la relación bilateral.
“Estas cosas no se hacen. Quedó muy dañada la relación entre Argentina y Uruguay”, aseveró Fernández al graficar el pésimo momento que viven Buenos Aires y Montevideo en el marco del conflicto por la instalación de la pastera Botnia. Al respecto, agregó que “fue muy poco feliz” que Uruguay habilitara la fábrica instalada en Fray Bentos mientras los Presidentes de ambos países se encuentran en Chile, participando de la Cumbre Iberoamericana.
En referencia a Tabaré Vázquez, el funcionario sentenció que “se puede volver de muchas cosas, pero de una actitud cínica es muy difícil volver” y evaluó que “no es una conducta digna de alguien que dice ser hermano”.
“Estamos sorprendidos por la singular conducta de Uruguay y del mismo Presidente de dar un discurso contemporizador no sólo frente a Kirchner, sino frente a quien ha promovido el diálogo bilateral (por el rey de España, Juan Carlos), para después salir con este martes 7 y anunciar en la misma Cumbre el comienzo de actividades de Botnia”.
Fernández dijo entender “las necesidades internas de Vázquez” porque “es acusado por la oposición de ser poco cuidadoso de la soberanía uruguaya”, pero criticó que “resuelva los conflictos internos con una conducta de este tipo”. Además, el funcionario sostuvo que Uruguay tiene la posibilidad de poner en funcionamiento la planta y “pagará las consecuencias, que los condene (el Tribunal de La Haya) por su decisión”.
