Sábado 28 de Abril de 2007, 10:27

Hubo acuerdo con los docentes en Neuquén

| Los docentes neuquinos agrupados en ATEN aprobaron en plenario la propuesta salarial del gobierno de Jorge Sobisch, y firmaron anoche el acuerdo que implica el levantamiento del paro por lo cual las clases comenzarán el lunes próximo.

Tras un prolongado conflicto que incluyó 53 días de huelga, el Ejecutivo provincial y el gremio docente superaron sus diferencias y rubricaron un acuerdo que permitirá el inicio del ciclo lectivo. Según se informó, el mismo implica una suba a 1.240 pesos en el básico del que se inicia, y un incremento que parte de los 200 pesos y asciende proporcionalmente a la escala salarial. La firma del acta además dejó sin validez el decreto de emergencia educativa, por el cual se podía convocar a docentes suplentes en caso de medidas de fuerza. Esta condición había sido impuesta por los sectores más duros de ATEN, que reclamaban que el gremio no firme el acuerdo si el Gobierno no derogaba el decreto en cuestión. Tras cinco días de negociaciones con los representantes del gobierno local llevadas a cabo en una iglesia evangélica, el conflicto finalmente quedó resuelto. Los representantes del Ejecutivo neuquino en la mesa de negociación que tuvo lugar esta noche, fueron el subsecretario Marcelo Raimondo; el secretario técnico del Ministerio de Hacienda y Finanzas, Facundo Gaitán, la subsecretaria de Coordinación del Ministerio Jefatura de Gabinete, Ana Rabinovich; la diputada provincial Cristina Storioni y la asesora del Ministerio de Producción y Turismo, Hebe Adala. Por la Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén (ATEN) participaban Marcelo Guagliardo, y el secretario adjunto Pablo Grisón. Además, el Gobierno se comprometió a no descontar del salario de abril los días de huelga y a reintegrar el descuento realizado sobre los haberes de marzo por ese mismo motivo. El prolongado reclamo salarial en la Provincia se cobró a principios de abril la vida del profesor Carlos Fuentealba, asesinado durante la represión policial que intentaba desalojar el piquete que los maestros habían montado sobre la ruta 22.