PAPELERAS | Los Episcopados de la Argentina y del Uruguay realizarán mañana y el domingo próximos misas en las que pedirán que vuelva la "concordia" a las relaciones entre ambos países, afectadas por el conflicto por las papeleras, en jornadas que se calcula contarán con la participación de casi un millón de fieles de todas las religiones.
Las confesiones judía, musulmana, anglicana y bautista, entre otras, se sumarán también el domingo a una jornada de oración en común que encabezarán el obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani y el rabino Daniel Goldman.
Fuentes eclesiásticas calcularon que casi un millón de fieles católicos pedirán por la solución del conflicto en las 2.500 parroquias y las 6000 iglesias y capillas que hay en la Argentina, y en un número también muy grande de templos en el Uruguay.
La Red Solidaria se sumó a la convocatoria y también calculó que ese número de personas orarán por que reine la concordia entre los dos países y se resuelva el agudo conflicto.
Los Episcopadso de Argentina y Uruguay anunciaron las jornadas de oración en un comunicado difundido la semana pasada en el que señalaban que "invitan a todo el Pueblo de Dios a una Jornada de Oración el domingo 28 de mayo próximo para que en todas las misas celebradas en ambos países se pida al Señor que nuestros pueblos hermanos puedan recorrer juntos caminos de colaboración y desarrollo".
El vocero del Episcopado, presbítero Jorge Oesterheld, dijo que los obispos argentinos convocaron a orar por "la concordia" entre ambos país en sus respectivas diócesis, sobre todo en las misas vespertinas de mañana y en todas las del domingo, y que pidieron a los colegios católicos que hagan lo mismo hoy o bien el lunes próximo.
Los obispos Jorge Lozano (Gualeguaychú) y Luis Collazoul, realizaron misas especiales a sus comunidades, dado que son las jurisdicciones eclesiásticas más afectadas por el conflicto.
En tanto, el vocero del cardenal Jorge Bergoglio, presbítero Guillermo Marcó, no informó aún dónde celebrará misa por esta intención particular el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina.
Si bien el presidente Néstor Kirchner había expresado
públicamente que "sería bueno" que ambas Iglesias colaboraran en solucionar el conflicto a través de la vía del diálogo, el pedido nunca se formalizó y llevó a los Episcopado uruguayo y argentino a no intervenir.
No obstante, los obispos católicos mantienen contactos "regionales" permanentes para seguir el diferendo bilateral.
En la Argentina, las gestiones están encabezado por monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, y en Uruguay por el obispo de Salto, cargo que ahora asumirá monseñor Galimberti.
El 9 de marzo, las conferencias episcopales de ambos países -junto a otras personalidades de la cultura e intelectuales- habían pedido "un gesto de grandeza" a Kirchner y Tabaré Vázquez.
Pero el reclamo eclesiástico a los presidentes no prosperó, por lo que el conflicto por la construcción de las plantas de Botnia y Ence se agudizó, al punto de llegar hasta la Corte de La Haya.
Mientras tanto, los Bergoglio y Galimberti mantuvieron contactos para conocer la real situación de la crisis y los obispos de las diócesis fronterizas realizan reuniones semanales, a fin de acompañar los reclamos de la gente en márgenes del Río Uruguay.
