| El presidente Néstor Kirchner suspendió ayer una actividad prevista con el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, y generó suspicacias respecto de la situación del militar, quien había pedido “cicatrizar las heridas” del pasado.
Aunque fuentes calificadas del Ministerio de Defensa y del Ejército negaron que la suspensión del encuentro se deba a un “enojo presidencial”, fue inevitable que las sospechas giraran en torno de la decisión de Kirchner.
Es que los dichos de Bendini el domingo último llegaron horas después de que el titular de la Iglesia, cardenal Jorge Bergoglio, hiciera su propio llamado a “bendecir el pasado” y no utilizarlo para “sacar réditos políticos”, palabras que calaron hondo en la Casa Rosada.
En ese sentido, las fuentes oficiales consultadas se quejaron por el “manejo malicioso” de la información que se habría dado con los dichos de Bendini y se preocuparon en aclarar que la suspensión no tiene “nada que ver” con las palabras del militar.
El encuentro, según las mismas fuentes, era una “reunión de reivindicación” y fue pospuesto para el próximo 19 de junio por pedido del teniente coronel Enrique Federico Gentilhuomo, a quien Kirchner iba a restituir el grado del que fue despojado por la dictadura militar.
Gentilhuomo, que según las fuentes habría sido quien determinó el cambio en la agenda presidencial, integraba el denominado “Grupo de los 33 Orientales” y fue destituido durante el gobierno de Leopoldo Galtieri por desoír una orden.
El domingo último, el jefe del Ejército afirmó que hay que “cicatrizar las heridas” del pasado y señaló que las Fuerzas Armadas buscan “siempre el encuentro de todos los argentinos”.
“Siempre está en el corazón de todos buscar el encuentro de todos los argentinos”, expresó el teniente general, luego de que el cardenal Bergoglio afirmara el sábado que en el país existen sectores que utilizan el pasado para “sacar réditos políticos” en el presente.
Fuente: NA.
