Jueves 1 de Marzo de 2007, 18:50

Kirchner habló ante la asamblea legislativa

| Durante casi dos horas, el Presidente Néstor Kirchner hizo un repaso de sus logros de la gestión de gobierno poniendo especial énfasis en las cifras de la desocupación e inflación. "Bajamos la pobreza a la mitad", recordó para detacar luego que el turismo es el "motor" del crecimiento nacional. Resaltó su política de derechos humanos, reclamó por la aparición con vida de Julio López y defendió el estrecho vínculo con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. La única autocrítica fue la postergación en el sector de la salud.


El presidente Néstor Kirchner inauguró hoy las sesiones ordinarias del Congreso con una enfática defensa de su política económica, en la que destacó que, al haber desoido las recetas de los organismos financieros internacionales, pudo demostrar que la soberanía en sus decisiones permitió el crecimiento y la mejora de la situación social. Sin hacer anuncios oficiales, Kirchner también defendió su política de derechos humanos, y en ese sentido afirmó que "no quiere venganza" sino "reconciliación con justicia", pero pidió a los magistrados que "apuren los juicios" a ex represores, que según reiteró, "deben ir a cárceles comunes", y volvió a reclamar por la aparición con vida del testigo Jorge López. Hacia el final de su extenso discurso -que por momentos adoptó un tono lejano a la solemnidad que imponía el escenario de la Asamblea Legislativa, el Presidente hizo mención al conflicto por las papeleras con el Uruguay, en cuyo marco agradeció la gestión del Rey de España para facilitar el diálogo y afirmó que "nos duele en el alma no encontrar una voluntad negociadora" de parte de Montevideo. El Presidente también cuestionó a un sector de la prensa y reclamó "una oposición con propuestas", en un mensaje aplaudido en varias oportunidades, a lo largo de las más dos horas y media que duró. "Terminamos con la dictadura", aseguró Kirchner refiriéndose a la posibilidad de que los trabajadores ahora pueden optar por el sistema estatal de reparto y enfatizó la baja en la desocupación, que según índice oficial, luego de 13 años hoy está en 8,7 por ciento. El jefe del Estado, acompañado por los ministros del Gabinete y por su esposa Cristina Fernández, habló mientras miles de partidarios que se mojaban afuera concurrieron movilizados para testimoniar su apoyo. "De acá, que vamos a hacer un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)... bajo ningún sentido, bajo ningún aspecto estamos dispuestos a hacerlo", advirtió en un típico giro idiomático porteño. Gran parte de su discurso, Kirchner lo dedicó a resaltar los logros económicos, fundamentalmente, el crecimiento de la actividad, que calculó que en 2006 llegará a 8.5 por ciento, y la mejora en los índices sociales. Asimismo enfatizó avances en materia educativa, tanto a nivel salarial como la sanción de la Ley de Educación, aspecto que según dijo, debe "convertirse en la herramienta de la reconversión nacional". El Presidente también se refirió a "las asignaturas pendientes" de su administración y en ese sentido mencionó la necesidad de "fortalecer la salud y el hospital públicos", meta que según dijo, "esperamos que en el próximo período" se pueda alcanzar. No obstante, resaltó que "bajamos la pobreza a la mitad" que había cuando asumió, aunque reconoció que "todavía sentimos verg�enza por la cantidad de pobres que hay". Kirchner comenzó a hablar a las 12.15, tras ser ovacionado al ingresar al recinto de la cámara baja donde sesionó la Asamblea Legislativa, en medio de una lluvia de papelitos arrojada desde los palcos por los invitados. Al hacer, una y otra vez, hincapié en el fortalecimiento de la Economía, Kirchner enfatizó con ironía que, lejos de que la crisis de 2001 haya generado "un rebote, como decían algunos especialistas", se experimentó un fuerte crecimiento que permitió "salir del infierno para decir que el próximo 10 de diciembre nos encontraremos en las puertas mismas del purgatorio". Según dijo, el éxito se debe al "modelo argentino con crecimiento e inclusión en que el pueblo argentino resulta el principal actor y beneficiario, sin recetas enlatadas". En ese contexto, resaltó la mejora en varios rubros, entre los que mencionó particularmente el turismo, que según dijo se duplicó en los últimos cuatro años convirtiéndose en "motor de la economía". Al aludir a la baja en el desempleo, sostuvo que "cuando lo esperábamos para 2007, la última medición de 2006" mostró "un marcado descenso a un dígito" y destacó que, en consecuencia, "podemos decir que tenemos 8,7 por ciento, perforando la barrera de los dos dígitos característicos de la década anterior". También se refirió al tema salarial, sobre lo que manifestó que la política "activa" del Estado permitió el "crecimiento con derrame", hasta alcanzar la participación de los asalariados a "41 por ciento" del PBI, aunque admitió que "todavía lejos del 50 por ciento de los grandes tiempos, cuando conducía el país el general Perón". En otro orden, defendió la política ferroviaria y energética del Gobierno, y en cuanto a esta última aseguró que "hemos estado a la altua de la historia y dado las respuestas que teníamos que dar". En materia de política exterior, defendió la relación con Venezuela y se preguntó "cuál es el riesgo" de mantener vínculos con el presidente Hugo Chávez, al manifestar que él cree "en la construcción de América del Sur, más allá de quien gobierne a cada uno de los pueblos por voluntad de los pueblos mismos". Fuente: DyN.