KIRCHNER LLAMO A CONSTRUIR UN PAIS PLURAL Y FEDERAL

Acompañado por los ministros Alberto Fernández, Julio De Vido, y Aníbal Fernández, el presidente se dirigió a una multitud que agitaba banderas argentinas, del Frente para la Victoria y de la Juventud Radical. "Algunos que señalan con el dedo fueron los que vivieron con privilegios en épocas en que la riqueza se concentraba en un solo sector y son los que no puede mirar atrás porque se caen las sombras", sostuvo durante su discurso. Aseguró que "vamos a luchar para construir un país distinto" y garantizó que "voy a trabajar por un país por encima de cualquier bandería política y para devolver la confianza en las instituciones". "No me interesa si Juan piensa de una manera y Pedro de otra, vamos a trabajar por el mismo proyecto nacional, vamos a trabajar por una justa distribución de la riqueza, por una economía equitativa y para que crezca el empleo", afirmó. Reivindicó la negocación por la deuda externa que le permitió ahorrar al país 77 mil millones de dólares y cargó contra aquellos que lo cirticaban por la decisión de "ahorrar plata para pagale la deuda al Fondo". Sostuvo que con esa medida "se acabó eso de que tenemos que hacer lo que nos diga el FMI. Acá se puede hacer porque Argentina quiere hacer, porque queremos hacer un país distinto". Kirchner hizo hincapie en que viene de una provincia por lo que llamó a "construir una Argentina plural" y luego bromeó: "lo único que sufro es el calor, porque el otro calor, el de la gente, me hace vibrar". . Aseguró que "Argentina no tiene salvador mesiánico" por lo que remarcó que "la construcción de un proyecto nacional no es sólo de una generación, sino de varias". La visita de Kirchner generó una fiesta para los santiagueños, que se vio reflejada en las calles ya que una multitud lo saludó durante el trayecto que separa el aeropuerto del barrio Campo Contreras, donde se hizo el acto y se anunció la entrega de más de 1.490 viviendas y planes de salud, de, educación y obras públicas por 1.350 milloones de pesos. A pesar del calor que se hizo notar en el atardecer santiagueño, la recepción que los pobladores de esta ciudad le dieron al presidente fue multitudinario y festivo. A lo largo del camino que une el aeropuerto con la ciudad miles de santiagueños vivaron el paso de la caravana presidencial y, como es costumbre, entregaron cientos de cartas con pedidos de toda índole, que las que los funcionarios llenaron unas seis bolsas del tipo de consorcio. Sobre la Avenida Belgrano se montaron también tres escenarios, a varios cientos de metros uno de otro, donde se ofrecieron espectáculos folclóricos, con trajes típicos y conjuntos musicales de chamamé y, por supuesto, de chacarera. Previo al discurso, el presidente Kirchner ingresó a uno de los chalets amarillos, de tres ambientes, que se entregaron en este acto. Fuente: Télam.