Kirchner ofrece pagar el estudio de impacto ambiental

El Gobierno argentino reveló ayer que está dispuesto a pagar el estudio de impacto ambiental que reclama para resolver el conflicto por las papeleras. También ofreció hacerse cargo del pago de los salarios caídos de los trabajadores de Botnia y ENCE, si estas empresas aceptan suspender las obras en Fray Bentos por 90 días. El presidente Néstor Kirchner le informó a su colega Lula da Silva de esta oferta, que según fuentes del Gobierno ya había sido hecho a Uruguay durante las negociaciones reservadas entre el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y su contraparte uruguaya, Gonzalo Fernández. Dicen que todos estos argumentos ablandaron las prevenciones de Brasil, que "no entendía" la decisión de llevar el diferendo con Uruguay al Tribunal Internacional de La Haya. Las propuestas fueron planteadas por Kirchner a Lula en la reunión bilateral que mantuvieron anteanoche en esta ciudad y en la que predominó la cordialidad, según confiaron a Clarín fuentes oficiales que accedieron a lo conversado por los presidentes. Así, Kirchner regresó ayer por la tarde a Buenos Aires convencido de haber hecho todo a su alcance para transmitir a su socio privilegiado del Mercosur su posición en el diferendo que impacta tan duramente en las relaciones del bloque regional. "Los brasileños entendieron realmente la posición argentina, y la necesidad de hacer el estudio ambiental para poder buscar una solución al conflicto. Fue lo más claro de la reunión", dijo la fuente y agregó: "Es importante porque los brasileños escuchan las quejas de los uruguayos, y siempre el grande tiende a proteger al más débil". Lula sondeó a Kirchner sobre la posibilidad de evitar la presentación en La Haya. Pero Kirchner ratificó que no puede haber marcha atrás porque Botnia sigue adelante con las obras sin dar espacio para el estudio ambiental. De todas formas, Kirchner remarcó ante Lula que la recurrencia a La Haya "no inhibe de mantener la negociación abierta" con Uruguay. Tras la reunión del martes, la agenda de Kirchner siguió ayer con una trilateral a la que se sumó el venezolano Hugo Chávez. En este encuentro se avanzó en cuestiones políticas y técnicas relativas al millonario proyecto del "gran gasoducto del Sur" que se propone unir los tres países en sus primeras etapas, y luego a toda Sudamérica en un "cono energético". La novedad fue el acuerdo para invitar formalmente a Bolivia a sumarse al "grupo promotor" —como lo llamó Chávez— del proyecto, integrado por Venezuela, Brasil y la Argentina. Este cónclave estuvo dominado por el tema energético. Chávez sostuvo al término en una conferencia de prensa que no se abordó allí el tema de las papeleras, que definió —al igual que Brasil lo viene haciendo en sintonía con la estrategia argentina— como "un problema bilateral" entre la Argentina y Uruguay. El canciller Jorge Taiana, en tanto, declaró a CNN en español: "No creo que esté amenazada la continuidad del Mercosur" por la instalación de las papeleras. El canciller pareció abrir la puerta a una solución antes del 5 de mayo, estipulada para ir a La Haya: "Argentina estará haciendo su presentación de acuerdo con el Tratado (del río Uruguay) si no hay solución", dijo. También insistió en que "para llegar a una solución hay que tener una cosa muy sencilla que es un estudio del impacto ambiental". Taiana dijo que el conflicto "se está tratando como un asunto estrictamente bilateral porque el Mercosur no tiene herramientas para tratar estas cosas". Lo que Uruguay reclama es la intervención de un Tribunal del Mercosur ante los cortes de ruta de los ambientalistas entrerrianos.