Kirchner reapareció como jefe del PJ con fuertes crítica

Junto a intendentes de todo el país, cinco gobernadores y tres ministros del Gabinete nacional, Kirchner manifestó su intención de que el nuevo PJ tenga un rumbo "progresista" y que a la vez pueda cristalizar "los sueños de Perón y Eva Perón" basados en la "justicia y la dignidad". En el Centro Galicia, donde se proclamó la reelección del intendente Julio Pereyra al frente de la Federación Argentina de Municipios (FAM), el ex jefe de Estado dio su primer discurso en perspectiva como titular del peronismo. En ese marco, aseguró que pondrá esa estructura detrás del gobierno de su esposa, Cristina Kirchner, para que pueda llevar adelante la etapa "más difícil" que se viene. "Se viene una etapa más difícil que la de mi gobierno, la etapa de la redistribución de la riqueza. Tenemos que construir una economía en base a la equidad y a la inclusión, tenemos que mirar al conurbano y al norte", proclamó Kirchner. Y agregó que desde el partido de mayor convocatoria en la Argentina buscará "contribuir a la gobernabilidad y apoyar sin especular a nuestra corajuda y digna presidenta". Mechó en su mensaje apelaciones a la lealtad, con lo que pareció apuntar a los dirigentes oficialistas que se rebelaron a la disciplina imperante durante su Gobierno: "Muchísimos quieren que la clase dirigente no claudique", objetó. Secundado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, Kirchner se mostró "profundamente emocionado" por reencontrarse con "tantos militantes y compañeros que en horas tan difíciles para el pueblo dieron todo por la Patria sin pedir nada a cambio". Enfático, aunque más sereno que en otras oportunidades, apuntó directamente a los productores agropecuarios y comparó sus cortes de ruta con los que asomaron a principios de la década llevados adelante por quienes "no podían comer". "Si en algún momento las calles se cortaban porque no había para comer eso podía no ser constitucional pero podía ser comprendido, pero causa profundo dolor que quienes fueron los más favorecidos (por el modelo) salgan a cortar calles, tiren comida, generen desabastecimiento o aumento de precios", censuró. Y completó: "Nunca más hagan eso, esos son signos de intolerancia y no de fortaleza. No tengan ninguna duda que va a triunfar el pueblo argentino, nunca más vamos a permitir que nos arrebaten la institucionalidad, vamos a defender la diversidad y la pluralidad sin ningún tipo de confrontación". Entonces, justificó el aumento de las retenciones a la exportación de cereales y otras políticas oficiales, al señalar: "Necesitamos industrializar y darles valor agregado a nuestros productos, no queremos rematar el trabajo de los argentinos". "Queremos comer un poco de carne nada más. La agresión y la descalificación no sirven", sostuvo y dijo que el oficialismo "quiere ser de lo más abierto y escuchar a todos los sectores". También sostuvo que los "cacerolazos" surgidos tras un discurso de la Presidenta en torno al conflicto del campo estuvieron armados dentro de un "proceso de ataque" y acusó a sectores "ligados a los gobiernos militares", entre ellos a Cecilia Pando, quien se manifestó ese día en la Plaza de Mayo. "Sepan que no vamos a estar especulando a ver si hay mejor viento para acá o para el otro lado. Somos soldados de la causa nacional y apoyaremos a Cristina a resolver los problemas de millones de argentinos", apuntó el ex mandatario. Entre los asistentes sobresalió un numeroso grupo de la Juventud Peronista (JP) un actor sin tanta presencia en el primer gobierno kirchnerista que volvió a mostrar carteles contra un canal de noticias TN y el diario Clarín. Fuente: NA.