| A principios de 2010 Néstor Kirchner reasumirá la presidencia del PJ y, con la estructura partidaria a cuestas, buscará jugar sus fichas para ver si es posible encarar un nuevo proyecto presidencial.
Va a ser en los primeros meses del año que viene. Quizá haga un acto para la reasunción y después empieza el camino a la fama”, definió en diálogo con Noticias Argentinas un hombre cercano al patagónico, quien agregó que durante el primer semestre del año próximo vivirá “en campaña”.
Así, luego de que el Consejo Nacional del PJ le rechazara la renuncia que presentó tras la derrota del 28 de junio, el ex mandatario se dispone a retomar el timón partidario para llevar adelante su estrategia electoral. Kirchner es consciente de que no revertirá la imagen negativa en un “núcleo duro” de la sociedad pero, convencido de que la economía dará una mano el año próximo, espera recuperar plafón en otros sectores como para tener posibilidades con el nuevo esquema electoral que entrará en vigencia en 2011.
Ya más cerca de las elecciones, después de haber hecho todo lo que esté a su alcance para seguir en el poder y con encuestas en la mano, el ahora diputado nacional definirá si finalmente juega él o si piensa en un delfín para las internas del PJ.
Hace unas semanas recibió al gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, otro que ojea el panorama para ver si se lanza a la Presidencia, y le habría dicho que el elegido sería Daniel Scioli en caso de que su aspiración choque contra los sondeos.
Sin embargo esa jugada no está clara: de hecho el santacruceño considera que el mandatario bonaerense tiene algunos “problemas de gestión” pero espera que acierte con los cambios en el gabinete implementados recientemente.
Como sea, Kirchner hará todo lo posible para que la provincia de Buenos Aires revierta su actual situación de crisis, ya que tiene claro que es su principal capital político. Afianzará su alianza con Hugo Moyano, sobre todo después de que el titular de la CGT hiciera una contundente demostración de fuerza en Vélez Sarsfield la semana pasada. “Hugo es muy importante y no se lo puede tener en contra”, fue la explicación oficial, que confirmó además la decisión gubernamental de seguir postergando los reclamos de la central disidente CTA por la personería gremial.
Con este panorama es un hecho que el flamante diputado nacional intensificará sus apariciones en Buenos Aires, con epicentro en el conurbano, y será difícil verlo por el Congreso. “No le gusta la actividad parlamentaria. Lo más probable es que se haga cargo de algunos proyectos importantes del Ejecutivo y los presente, pero no mucho más”, señalaron las fuentes.
De todos modos, seguirá de cerca lo que pase en el Congreso, donde pondrá todo su esfuerzo en evitar que la mayoría opositora exhibida en el estreno del recambio legislativo se repita.
Como último recurso, aspira a que el Senado -las proporciones están muy parejas- sea el dique de la avanzada opositora, aunque teme que algunas iniciativas se filtren como una reforma al sistema de coparticipación impositiva que aglutina a muchas provincias y especialmente a la oposición.
Fuente: NA.
