| El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, reapareció ayer en la Casa Rosada, donde se reunió durante 20 minutos con el presidente Néstor Kirchner y escuchó de su boca que el Gobierno “no influirá con pisos ni techos” en la negociación salarial.
Las discusiones por los haberes con los empresarios comenzará el mes próximo con el gremio ferroviario La Fraternidad.
Moyano ubicó los reclamos gremiales en aumentos que oscilan entre el 15 y el 30%, mientras que el Presidente no descartó que después de las paritarias de cada sector el Gobierno imponga límites a los ajustes salariales, para que no alimenten la inflación.
Moyano habría expresado en el encuentro que “las ganancias que obtienen las empresas permiten aumentos de sueldos que no ponen en riesgo ninguna variable económica”.
Según la misma fuente (el Gobierno declinó dar su versión sobre el diálogo), Moyano obtuvo del Presidente una concesión fundamental que lo beneficia frente a la puja interna del camionero en la CGT: la confirmación de que en los próximos meses -posiblemente en marzo- el Gobierno hará efectivo el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, lo cual redundará en un incremento de sueldos para muchos miles de trabajadores.
En un clima de “mucha confianza” y apelando a la filiación peronista de ambos, Moyano, según sus allegados, transmitió al Presidente su preocupación por el “desprestigio” que las causas judiciales en las que se investiga a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón -una de ellas por los crímenes de la Triple A- estaban provocando en “el peronismo todo y en el propio Perón. Kirchner y Moyano ya habían hablado telefónicamente del tema la semana última, cuando el camionero le pidió la entrevista. Fue por ello que el sindicalista interrumpió sus vacaciones en Mar del Plata, su ciudad natal.
El líder de los camioneros no quiso dejar pasar una factura que le venían endilgando algunos de sus colegas desde que comenzaron a conocerse las causas judiciales contra la viuda de Perón: por qué nadie de la CGT, y sobre todo su jefe, salía a defender lo que consideraban un ataque al peronismo.
Fuente: diario La Nación.
