Jueves 22 de Abril de 2010, 10:52

La Cámara de Diputados aprobó la reforma para regular lo

| La Cámara baja aprobó anoche y giró al Senado una modificación a la legislación que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia que dicta el Poder Ejecutivo. La iniciativa, impulsada por los bloques opositores, establece que cada decreto debe ser aprobado por ambos cuerpos para ser ratificado.

Diputados aprobó anoche y envió al Senado una reforma a la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia que dicta el Poder Ejecutivo. La iniciativa, impulsada por los bloques opositores, establece que cada decreto debe ser aprobado por ambas cámaras para ser ratificado. En un debate de casi 8 horas, los legisladores nacionales aprobaron por 142 votos a 98 el proyecto que entre sus puntos principales establece que cada decreto debe ser aprobado por ambas cámaras para ser ratificado, en lugar de la redacción actual que prevé que sólo es necesario el aval de una de ellas. En el caso de que alguno de los dos cuerpos no se expida, el DNU quedará automáticamente rechazado, definieron los bloques opositores en el texto del dictamen. Además, también modifica la integración de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo -actualmente no está conformada por la interposición de recursos judiciales- al ampliar sus miembros de 8 a 12 por cada Cámara, es decir a un total de 24. En el proyecto fijan que esa comisión puede sacar dictamen con "la asistencia de al menos la tercera parte de sus miembros", y ratificaron el plazo de diez días corridos que tiene el cuerpo para expresarse sobre un DNU. Establecen también que el jefe de Gabinete deberá concurrir personalmente al Congreso dentro de los diez días corridos desde la firma del decreto para explicar su contenido, aunque si dentro de ese plazo no se presenta la Bicameral se abocará "de oficio" a su análisis. En caso de que el Parlamento se encuentre en receso al momento de dictar un DNU, se convocará de forma automática a sesiones extraordinarias sin aviso al Ejecutivo nacional, dice la iniciativa. La presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño (Bloque Peronista) abrió el debate al asegurar que "el dictamen que se está tratando plasma un nuevo diseño institucional". Laura Alonso, del Bloque PRO, dijo que la "reforma no es en contra del Gobierno ni de nadie, es a favor de la democracia, y esto es porque cuando el Congreso participa en el proceso de formación y control de las políticas públicas, lo hace a través de todo el pueblo argentino, las provincias y la Ciudad del Buenos Aires". Por su parte, la oficialista Diana Conti señaló en el recinto que "toda regulación que se pretenda debe ser conforme a la Constitución Nacional" y que "el pretendido dictamen adopta posturas faltas de objetividad y condicionadas por una coyuntura actual que no deberíamos convalidar por su inconveniencia o por su inconstitucionalidad". "Hay una cuestión política que es el denominador común de la oposición, desde ’Pino’ (el diputado, de Proyecto Sur, Fernando Solanas) hasta (el diputado del Pro, Federico) Pinedo, que es obstruir al oficialismo, ver cómo traban todas las iniciativas, cómo nos impiden pagar deuda con reservas", añadió. En el cierre del debate, el presidente de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, dijo en relación a la oposición que "privilegian el apuro, el ritmo acelerado con tal de sacar determinadas leyes; y creo que eso no es conducente". "Esta es una mala modificación, perfectible y revisable", sentenció el legislador santafesino.