Martes 22 de Enero de 2008, 08:42

La construcción del tren bala suma cuestionamientos

| El tren bala, que requerirá de una emisión de deuda cercana a 4.000 millones de dólares para su concreción, fue ayer fuertemente cuestionado por la Comisión Nacional “Salvemos al Tren”, que denunció que “no va servir ni a las ciudades intermedias ni a Buenos Aires”.

Así lo señaló el presidente de “Salvemos al Tren”, Norberto Rosendo, quien sostuvo que el tren de alta velocidad que unirá Buenos Aires, Rosario y Córdoba, “es un derroche de plata”. “Yo no sé de qué se pone contenta la gente de las ciudades intermedias, porque (el tren) les va a partir en dos la ciudad y todo lugar por donde pase”, auguró Rosendo en declaraciones radiales. Además, sostuvo que el viaje de Rosario a Buenos Aires “no va a ser de una hora, sino de dos horas largas”, y explicó que el recorrido será de la “periferia de Rosario hasta Boulogne, a unos 40 kilómetros de la Capital Federal”. El proyecto comenzaría a construirse en 60 días, cuando el Gobierno y el consorcio Veloxia (liderado por la francesa Alstom) terminen de cerrar el contrato de obra y financiación. Este servicio recorrerá un tramo de más de 700 kilómetros y, de acuerdo con la información que maneja el Gobierno, lo hará a una velocidad que podrá alcanzar los 300 kilómetros por hora. Rosendo aseguró que de Rosario a Capital Federal “hay cuatro vuelos diarios porque no hay pasajeros para más” y detalló que un tren de alta velocidad “tiene que tener tráfico para 10 viajes por días, porque menos, es tirar la plata”. “Tampoco hay gente con el dinero para viajar en estos trenes”, afirmó. Por último, aclaró que el servicio que irá de Rosario a Córdoba “ni siquiera va a ser un tren eléctrico”. La construcción del llamado “tren bala” se convalidará con emisión de deuda por unos 4.000 millones de dólares, dado que aunque el Société Générale financiará el 90 por ciento, lo hará contra entrega de bonos a 15 años de plazo. El Gobierno nacional debe resolver antes del 26 de marzo próximo si acepta o rechaza este esquema financiero con una tasa de 10 por ciento anual en dólares a sólo 15 años y con cinco años de gracia. La decisión final de dejar a los próximos gobiernos el 90 por ciento de la deuda generada por la construcción del tren, recaerá sobre las espadas del ministro de Economía, Martín Lousteau. Una vez concluido este paso, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, deberá dentro de los diez días siguiente suscribir el contrato de financiamiento y el de concesión.