La ganadería vuelve a ser más rentable que la soja
| La actividad vacuna empieza a mostrar posibilidades de crecimiento frente a la oleaginosa. Sin embargo, será necesario mantener el nivel de retenciones para que de esta manera haya competitividad entre ambas producciones.
ganadero hacen que el sector empiece a ser más competitivo y que sea una opción más rentable que sembrar soja. Buenos Aires Económico consultó a distintos especialistas y referentes del sector agropecuario y todos coincidieron en la recuperación de la ganadería.
Hace un año atrás, con los precios deprimidos, la soja se mostraba como la opción para aquellos campos destinados a la ganadería en donde el productor podía cosechar alrededor de 20 quintales por hectárea. Sin embargo, los precios de hoy no tienen nada que ver con los de 2009. En la actualidad, la ganadería tiene valores que empujan a poder producir más.
Para el consultor ganadero Víctor Tonelli, en la actualidad “una buena recría y engorde es más rentable que una soja de 20 quintales, cosa que parecía imposible en los últimos cuatro años”.
“Claramente con estos valores y sobre todo con el bajo precio del maíz hace que sea más barato producir carne, lo cual permite que la actividad compita claramente con la soja, sin correr el riesgo que una hectárea sembrada pueda dar 18 quintales en lugar de 20 y arruinarte el negocio”, agregó Tonelli.
De esta manera, con los cambios de precios y rentabilidades positivas, la inversión en tecnología vacuna rinde mucho más que el año pasado, donde los márgenes eran negativos y el negocio era, básicamente, no invertir. Ahora la que quintuplicó el margen es la ganadería, y la soja mantuvo su rendimiento.
Pedro Apaolaza, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), recordó que hace poco en un recorrido que hizo por la localidad de Rivadavia en la provincia de Buenos Aires, “los mismos productores nos decían que a $10 el kilo del novillo los hacía pensar dos veces frente a la soja, con lo cual es probable que les convenga volver a engordar novillo a campo. Así, a los precios de hoy, es muy posible que vuelva a ser más rentable la ganadería”.
En marzo de 2009 el precio del kilo vivo pagado al productor por el novillo era de $3,48. En la actualidad es de $5,46, lo que significa una ganancia del 57 por ciento.
Desde el Ministerio de Agricultura, el subsecretario de Ganadería, Alejandro Lotti, sostiene que “una de las cosas que pasó con los precios bajos de la ganadería es que la soja invadió lugares donde no es sustentable ecológicamente, con lo cual ahora una soja de 18 o 20 quintales no compite más y eso es sano para el país porque los suelos que se incorporan a la ganadería tienen más sustentabilidad”.
Un dato no menor es que la ganadería es rentable en la medida en que no bajen las retenciones a la soja. Si ésta no pagase derechos de exportación, con 20 quintales se puede hacer mucho más plata que vendiendo carne. Por consiguiente, la ganadería no podría convivir con una soja sin retenciones.
Daniel Rearte, director del Programa Nacional de Carnes de INTA, aclaró que “esta ganadería es competitiva en la medida en que no se dispare la renta extraordinaria de algún cultivo”.
Desde Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Fernando Canosa, especialista en ganadería, alertó que “es cierto que la renta va a ser mayor, pero acá hay un problema de descapitalización, y el productor más chico o el mediano es al que más le cuesta recuperar todo lo perdido”.
Para tener en claro la relación entre la soja y la ganadería, Víctor Tonelli saca a luz datos aportados por la revista Márgenes Agropecuarios, en donde se comparan por un lado dos campos con una cosecha de 20 quintales y otros destinados a la producción vacuna.
Los dos campos de oleaginosa están ubicados en el sudeste y en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Ambos a 200 kilómetros de puertos como son el de Bahía Blanca y Necochea, un punto importante a la hora de los costos. En promedio, para ambos casos el resultado es de una soja de u$s140 por hectárea de margen bruto.
Por otro lado, un establecimiento ganadero de ciclo completo (cría y engorde) que trabaja sobre la base de un campo natural, con poca suplementación como alimento y poca tecnología aplicada, da un rendimiento de u$s131 por hectárea, es decir, 170 kilos de carne, mientras que otro campo con las mismas carecterísticas, pero con tecnología, da una ganancia bruta de u$s190 y 270 kilos de carne por hectárea, con lo cual el promedio da igual o mejor que la soja con menor riesgo.
Si por el contrario, se analiza un campo de invernada (compra y vende terneros), con un bajo nivel de tecnología, la ganancia es de u$s170 y de 270 kilos de carne por hectárea. Y?por otro lado está aquella invernada con mucha tecnología y que a la vez implica la terminación en un corral casero propio transformando su propio maíz en carne. En este caso, el rendimiento es de u$s270 y 600 kilos por hectárea.
El año pasado prácticamente en ningún escenario se lograba más de u$s50 a 60 por hectárea, ni siquiera con tecnología, porque a más insumos, más plata se perdía, con lo cual la ganancia tuvo un aumento en el peor de los casos del 160 por ciento, mientras en la mayor tecnología la mejora en la comparación anual, es superior al 400 por ciento.
Fuente: Merino Soto.