| La Iglesia alertó sobre la exclusión social que genera el desempleo y consideró al trabajo como "el remedio más eficaz contra la pobreza", en mensajes divulgados con motivo de la celebración del Día del Trabajador.
"El trabajo es un derecho, un acto de justicia y de sabiduría política", dijo el vicepresidente segundo del Episcopado, José María Arancedo.
"Una sociedad en la que este derecho no sea una prioridad y no se creen para ello condiciones que permitan alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, es una sociedad que no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social", afirmó.
En un mensaje, la Pastoral Social de la provincia de Córdoba (centro) instó a "reconocer algunas conductas que condicionan la convivencia social como son políticas económicas que no han podido generar empleo de un modo sostenido y en condiciones dignas, la evasión fiscal permanente, la poca independencia de poderes y el apego a liderazgos mesiánicos".
Por su parte la Acción Católica Argentina recordó que "el trabajo digno es el remedio más eficaz contra la pobreza", que según los cuestionados índices oficiales afecta al 13,2% de los argentinos, unos 3,14 millones de personas.
"La inequidad y la pobreza son un escándalo que no puede dejar de conmover la conciencia cristiana, pues indican que hay personas que son tratadas con desprecio, como desechos de la sociedad", aseveró la institución.
El obispo Fernando Bargalló, titular de Cáritas Argentina, que asiste a miles de pobres e indigentes, recordó la existencia de prácticas sociales "que generan exclusión, por ejemplo el trabajo en negro (no registrado)", en un país con 8,4% de desocupados, según estadísticas oficiales.
