La Presidenta defendió la intervención estatal ante empr

En el hotel donde se aloja, el Four Seasons de Nueva York que tien un costo por noche para los argentinos de 18 mil dólares, Cristina Kirchner aprovechó la ocasión para defender la política intervencionista del Estado en la economía, y estimó que el país "volverá a crecer fuerte en 2010". "Si bien no podemos decir que estamos en Disney World, mantenemos un crecimiento sostenido y vamos finalizar 2009 creciendo, como lo estamos haciendo", afirmó. Y agregó: "Volveremos a crecer fuerte en 2010". Con críticas a consultoras, economistas y calificadoras, la mandataria destacó que la política oficial ayudó a atenuar el impacto de la crisis en la Argentina, según sus palabras. Frente a los altos ejecutivos, aseguró: "Nuestra visión sobre la Argentina es muy promisoria", y sostuvo que "agua, energía y alimentos serán las claves del siglo XXI junto a la innovación tecnológica, el conocimiento y la extensión de redes; dos demandas, casi como extremos primarios que hablan de la suerte dual del mundo". Tras oponer el cumplimiento de pagos del país a los pronósticos de default, la Presidenta destacó que la crisis internacional "tiene a la Argentina con el mismo nivel de reservas desde 2007", y auguró que se superarán los 46.000 millones de dólares este año, por encima de lo que proyectan los privados. Además, puso de relevancia que el país "batirá nuevamente el récord en producción de soja", pese a la caída del comercio y la sequía. También defendió en EE.UU. el proyecto del impuestazo tecnológico, que se encuentra trabado en el Senado. "Tenemos una oportunidad fantástica de radicar inversiones" en Tierra del Fuego, se entusiasmó. Posición en el G-20. La Presidenta dijo que se planteará en la reunión de Pittsburg poner el foco sobre la economía real. "Tener en cuenta a la economía real es uno de los déficit que ha tenido el G20", afirmó la mandataria. "En reuniones anteriores ?detalló- se puso demasiado énfasis en la crisis del sector financiero, sin proponer o idear instrumentos que abordaran las consecuencias en la economía real, la perdida de empleos". Para la presidenta, la solución exige un abordaje de la crisis "más realista", y con una visión "más despojada de dogmas", con un "rol más activo" por parte de los estados.