Sábado 14 de Febrero de 2009, 15:55

La presidenta recibiría el jueves a la Mesa de Enlace

| La presidenta de la nación Cristina Fernández recibiría a la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias, aunque aún no está confirmada la fecha ni el lugar, ni hubo una invitación formal. Podría ser el jueves en la Casa Rosada y la jefa de Estado pretende que la agenda de la reunión no se limite a la discusión sobre las retenciones a la soja.

Las fuentes oficiales consultadas confirmaron la disposición al diálogo de la presidenta con los dirigentes de las cuatro entidades y estimaron que sería un buen gesto de parte de la Mesa pedirle una audiencia a Cristina. Los ruralistas, por su parte, aseguraron que todavía no han tenido contacto formal con el gobierno y que esperan que el encuentro, si no es con la presidenta, sea “con alguien con capacidad de decisión”. En el Ejecutivo intentan evitar que el encuentro se transforme en un acontecimiento singular, pero no será sencillo restarle importancia a un cónclave de este tipo que volverá a juntar a la presidenta con los protagonistas claves de la mayor derrota política sufrida por el oficialismo, como fue el rechazo a las retenciones móviles. El jueves por la tarde, al presentar en Olivos el plan social, la mandataria hizo un llamado a todos los sectores a deponer cuestiones particulares y crear condiciones favorables para enfrentar la crisis mundial. Un rato después la Mesa recogió el guante y anunció que suspendía el paro. Los dirigentes que menos impulsaban el paro lograron convencer al resto que el pedido de la presidenta era una “oportunidad” de traspasar el costo de la posible intransigencia política al área del gobierno. Queda claro que las partes en pugna advierten que la debacle económica mundial produjo un impacto muy fuerte en la gente de a pie que no vería con buenos ojos el comienzo de una nueva pelea entre el gobierno y el campo. No obstante, a última hora del jueves Cristina Fernández rechazó de plano suspender por 180 días las retenciones: “es imposible”, le dijo al gobernador de Santa Fe Hermes Binner que había pedido audiencia, entre otras cosas, para solicitar que durante seis meses no se cobre un impuesto a las exportaciones agropecuarias. La presidenta explicó a Binner que la suspensión de las retenciones provocaría un bache fiscal de 15.700 millones de pesos. Así, buscó limitar la discusión con la Mesa de enlace, que tiene como principal bandera el retoque o la eliminación de las retenciones. En la Rosada dicen que lo que más importa a la dirigencia agropecuaria es la postergación de la retención a la soja porque siguen guardados en silos varios millones de toneladas de esta leguminosa. Dicen también que el precio actual del producto garantiza una “alta rentabilidad” y que sería “abusivo” pedir más. Los ruralistas, por su parte, se quejan de que a los precios actuales “no hay rentabilidad en muchas zonas del país” y agregan que al encuentro con la presidenta irán con un listado más amplio de temas. Ayer, en lo que pareció un accionar concertado, operadores y funcionarios kirchneristas se apresuraron a elogiar la postergación del paro y el llamado al diálogo. Por caso, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, dijo que “la decisión del gobierno es mantener las puertas abiertas” y que la actitud de la Mesa de enlace “abre un marco distinto”. En tanto el ministro del Interior, Florencio Randazzo (quien mantiene canales de diálogo abiertos con algunos dirigentes del campo) estimó que el cónclave de la presidenta y los dirigentes agropecuarios podría hacerse “en los próximos días”, al tiempo que se pronunció “a favor del diálogo”. Uno duro entre los duros del kirchnerismo, el diputado Carlos Kunkel se sumó al coro dialoguista al calificar de “responsable y madura” la decisión de la dirigencia agropecuaria. Arriesgó que la suspensión del paro agropecuario “puede ser el inicio de un camino que permita alcanzar soluciones a los problemas específicos del sector”. Fuente: Clarín.