Miércoles 2 de Noviembre de 2005, 10:33

LA VIOLENTA PROTESTA DE TRENES HABRÍA SIDO PLANEADA

| El gobierno acusó a grupos radicales y de sindicalistas de infiltrarse en una protesta de pasajeros de trenes en los suburbios de Buenos Aires y provocar violentos incidentes a horas de que comience una cumbre de presidentes en el país.

"Esto es un hecho armado, es un hecho planificado (...) Ningún vecino en ningún lugar del mundo prende fuego una estación o un tren", dijo Aníbal Fernández, ministro argentino de Interior, en una conferencia de prensa. El gobierno dijo que no tenía datos para vincular los incidentes -unos de los más violentos desde la crisis política del 2002- con la IV Cumbre de las Américas, que se desarrollará en Mar del Plata con la presencia de George W. Bush. Fernández dijo que detectó a miembros de sindicatos y de organizaciones radicales entre los manifestantes, que tenían bombas "molotov". Los disturbios, que dejaron 87 detenidos y 12 heridos, comenzaron cuando un supuesto grupo de pasajeros, indignado ante la demora del servicio ferroviario en el que viajaban, incendió 15 vagones de dos formaciones en la estación Haedo, al oeste de la ciudad de Buenos Aires. Pero luego la multitud, entre los que se distinguían algunos manifestantes con sus rostros cubiertos y con palos en sus manos según imágenes de televisión, se enfrentó con la policía, incendió la estación de trenes y un automóvil de las fuerzas de seguridad y destruyó varios locales comerciales, entre ellos dos bancos. La policía intentó reprimir a la turba enardecida, pero tuvo que retroceder ante los piedrazos de la multitud, que también impedía que los bomberos apagaran el incendio. El servicio del ferrocarril fue suspendido inmediatamente después de que comenzaron los incidentes. Los enfrentamientos con la policía se desplazaron hacia las calles de los alrededores, que se convirtieron en un campo de batalla. Tras varias horas, las fuerzas de seguridad pudieron controlar la situación. Pese a las denuncias de Fernández, las autoridades del distrito donde se produjeron los disturbios consideraron que fueron espontáneos. "Se debe al hartazgo de la gente por el (mal) funcionamiento del ferrocarril. No hubo consignas contra nadie, salvo contra la empresa. Aunque hubo situaciones que parecían organizadas", aseguró a Reuters Juan Carlos Martínez, subsecretario de Seguridad y Defensa Civil del distrito de Morón, donde ocurrieron los incidentes.