Lluvia de meteoros

Lejos de las ciudades, en lugares con cielos oscuros, podránobservarse decenas y decenas de estrellas fugaces a lo largo de lamadrugada y todo a simple vista. En Buenos Aires y otros grandes centros urbanos, la contaminación luminosa opacará parte del fenómeno, pero igualmente valdrá la pena mirar al cielo. Especialistas del Planetario Municipal explicaron que las llamadas "estrellas fugaces" sólo partículas rocosas que entran a la atmósfera, se queman (a unos 80 kilómetros de altura) y brillan. En una noche común, pueden verse unas pocas, pero de tanto en tanto, cuando la Tierra atraviesa los "ríos" de polvo dejados por algunos cometas, la cantidad de partículas que caen sobre el planeta es mucho mayor y es entonces cuando se da una "lluvia de meteoros". Hay unas 40 lluvias de meteoros por año, pero la inmensa mayoría son muy débiles, mientras que la llegada de las "Gemínidas" suele ser la más rica y confiable de todas (sólo superada por raros episodios de las "Leónidas"). Las "Gemínidas", llamadas así porque parecen brotar de la región del cielo ocupada por la constelación de Géminis, se origina a partir de partículas provenientes del extraño Phaethon, un cometa muerto. Las "Gemínidas" son estrellas fugaces brillantes y blancas, aunque algunas son amarillas, rojas ó verdes. Este año las condiciones para la observación serán muy buenas, dado que la luz de la Luna prácticamente no molestará: nuestro satélite recién asomará sobre el horizonte hacia la 1.40 (del jueves), y sólo iluminada en un 35 por ciento, en clara fase menguante. Si bien es cierto que el fenómeno se extiende del 7 al 17 de diciembre, su pico de actividad ocurrirá durante la noche del miércoles 13 al jueves 14, entre las 23:00 y las 4:45 de la mañana, cuando la claridad del crepúsculo ya será muy notoria. De todos modos, puede resultar interesante observar en las noches del martes al miércoles y la del jueves al viernes, en los mismos horarios. Estos fenómenos son ideales para ver a simple vista y no hacen falta telescopios ni binoculares, instrumentos que sólo achicarían el campo visual. Lo mejor, dicen en el Planetario porteño, es ubicarse en un lugar oscuro, a cielo abierto y sin luces cercanas. La orientación ideal es, dicen los especialistas, mirando en dirección Norte y hacia la parte más alta del cielo, el cenit, por lo cual se convierte en una actividad óptima para realizar recostado en el piso, o sobre una reposera. Si bien es cierto que esta poderosa y confiable lluvia de meteoros favorece al Hemisferio Norte (donde la constelación de Géminis aparece muy alta en el cielo), desde la Argentina se podrá disfrutar de un buen espectáculo. Pero ese dependerá de modo crucial de nuestro lugar de observación: en las ciudades se verán muchas menos estrellas fugaces que en el campo o en otras zonas alejadas de los centros urbanos, por la simple razón de que cuanto más oscuro sea el cielo, mayor la cantidad de meteoros serán observables. Fuente: NA.