Miércoles 18 de Octubre de 2006, 15:26

Los granos siguen cotizando en alza

| Las subas alcanzan más al trigo y al maíz, y podrían trasladarse a la harina y las carnes. La tendencia promete seguir en 2007, con lo que la próxima cosecha podría aportar un récord de divisas superior a los 13.000 millones de dólares.

Los precios internacionales de los principales granos que produce la Argentina experimentaron subas considerables en las últimas semanas y se colocan, en todos los casos, por arriba de igual época del año pasado. La tendencia promete seguir en 2007, con lo que la próxima cosecha podría aportar un récord de divisas superior a los 13.000 millones de dólares, según estimaciones privadas. De todos modos, lo que parecería ser una buena noticia no lo es tanto ni para el Gobierno ni para los productores. En el primer caso, porque los granos que más han subido en relación a 2005 son el trigo y el maíz, que —contra lo que sucede con la soja— son relevantes no sólo para la exportación sino también para el mercado doméstico. La preocupación oficial, así, es el impacto que estas subas puedan tener sobre el índice de inflación. Los chacareros, en tanto, están lejos de frotarse las manos. Y eso es justamente porque desde Economía han partido fuertes señales hacia el mercado local, en el sentido de que no se permitirá que la suba internacional de los cereales se traslade llena al ámbito doméstico. La intervención oficial ya se hizo visible en el negocio triguero: a pedido de los funcionarios, desaparecieron los compradores y los precios cayeron 10 dólares desde la semana pasada. Así, el trigo que debería cotizar en torno a los 145 dólares por tonelada (según cálculos de paridad con otros países que elabora la Secretaría de Agricultura), cotizaba ayer a 122 dólares. Más allá de las peripecias inflacionarias que atormentan al Gobierno, la actual escalada de los precios agrícolas es un fenómeno global, que se produce por muy malas cosechas en el caso del trigo y una activa demanda en el caso del maíz y la soja. Por eso parece inevitable cierto traslado al mercado doméstico, donde el maíz cotizaba ayer un 25% más caro que en igual fecha de 2005, el trigo registraba un 15% de suba y la soja repuntaba 9%. Esto para los granos de la próxima cosecha. En el caso de los granos que quedan por vender de la última temporada, los repuntes son igualmente importantes. La soja, en este contexto, será toda buenas noticias. La superficie a sembrar crecería en unas 500.000 hectáreas y, como se exporta en un 95%, nuevamente aportaría el grueso de las divisas agrícolas. Gustavo López, de la consultora Agritrend, sacó algunas cuentas sobre ese punto. Calculó que la cosecha global podría acercarse a 85 millones de toneladas, y que —a los buenos precios promedio esperados para el año entrante— las exportaciones rondarían los 13.600 millones de dólares. Hace dos años, con una cosecha récord pero precios más bajos, esos ingresos se habían acercado 12.500 millones. Y el año pasado, con una flaca cosecha, fueron de 11.700 millones. Pero los casos del trigo y el maíz son complejos, en especial porque nadie espera un repunte de las cosechas en relación al año pasado. Y con un mercado internacional ávido, ya se ha hecho visible la competencia entre la exportación y las industrias locales que utilizan esos granos como insumo. En el caso del trigo, los molinos. En el del maíz, los afectados son los productores de carne de pollo, cerdo y vacuna. Fuente: El Once Digital.