Sábado 22 de Julio de 2006, 16:06

Los presidentes profundizan la integración

| Los presidentes de los países del Mercosur y sus aliados ratificaron su vocación de profundizar la integración regional, en el cierre de una cumbre en la que se registró una tensión explícita por las asimetrías económicas y se filtraron rivalidades solapadas entre los líderes reunidos en la ciudad de Córdoba.

La cumbre, en la que ganó protagonismo el presidente de Cuba, Fidel Castro, concluyó con la presentación de la "Declaración de Córdoba", que hizo hincapié en la integración energética de la región, el financiamiento que necesitan los países del bloque y la solución de las asimetrías que afectan a las economías menores. El presidente de Brasil, Lula Da Silva, asumió la presidencia pro témpore del Mercosur y en el discurso de cierre de la cumbre sintetizó el clima general del encuentro: "tenemos que dejar de estar tan ansiosos y exigentes con nosotros mismos" y disipar las tensiones con "paciencia", dijo el mandatario brasileño. Se refirió así a una serie de conflictos internos, como el que enfrenta a la Argentina con Uruguay por las papeleras o el que provocó nerviosismo entre el propio Brasil y Bolivia tras la nacionalización de los hidrocarburos ordenada por Evo Morales, que perjudicó los intereses de Petrobrás. Lula también se mostró algo molesto con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a quien la diplomacia brasileña cuestiona su "excesivo protagonismo", según trascendió en el Predio Ferial de las afueras de Córdoba, donde sesionó el Mercosur. Pese a estas divergencias, todos los países participantes del encuentro consensuaron un documento final en el que acordaron avanzar en la implementación del Fondo para la Convergencia Estructural (FOCEM), del Banco de Desarrollo Regional y el Gasoducto del Sur, entre otros proyectos regionales. El documento también señaló, en uno de sus primeros puntos, que el ingreso de Venezuela al Mercosur como miembro pleno "contribuirá a dinamizar la agenda del bloque, constituyéndose en un catalizador de debates y acuerdos". El inicio de la ronda de presidentes, que puso fin a la cumbre del Mercosur, fue antecedida por una serie de encuentros bilaterales entre el presidente Néstor Kirchner y sus pares Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Hugo Chávez (Venezuela). Si bien Chile y Perú participaron como "Estados asociados", nadie dejó de mostrar el interés por extender las fronteras del bloque y del mismo modo se le hizo saber ese deseo a los presidentes o representantes de los otros países invitados -Cuba, Colombia, Ecuador y México-. Al término de la cumbre, Kirchner también se entrevistó con el mandatario boliviano, Evo Morales, quien partió luego hacia La Paz y no se quedó a participar de un acto político junto a Fidel Castro y a Chávez en la Ciudad Universitaria local. Todas las reuniones fueron cortas, de no más de diez minutos cada una, y parecieron ser o bien demasiado ejecutivas o la parte visible de acuerdos previos. Al comenzar su discurso ante el plenario de presidentes, Kirchner destacó que la "articulación exige tener en cuenta la asimetrías, contemplar salvaguardas y compensaciones" y apuntó a una de las cuestiones que causaron mayor intranquilidad, sobre todo en las delegaciones de Uruguay y Paraguay. Varias veces pronunció Kirchner la palabra "solidaridad", definió a la integración como "un proceso continuo de aproximación y aprendizaje" y dejó claro que "la integración energética y de infraestructura" son proyectos para integrar a la región al mundo. "Contamos en la región con grandes reservorios de gas y petroleo. Hay que preservar y garantizar el energético de países consumidores y productores, con países con mayor tecnología con los que no la tienen", agregó Kirchner. Kirchner tenía su discurso escrito pero dejó de leer e improvisó para señalar que los países de la región tienen una historia común de "vaciamiento y destrucción social" y la emprendió -sin dar precisiones- contra "aquellos que no quieren integración y que siguen viviendo del individualismo". El concepto de solidaridad también fue tomado por Fidel Castro, quien recordó que "Europa lo hizo Portugal, Grecia, España y parte de Italia que estaban a la cola" y lanzó una pregunta con respuesta: “¿Por qué Europa pudo y nosotros no?. Porque Europa es más independiente". A su turno, el uruguayo Tabaré Vázquez también habló de las asimetrías, pero mirando desde el lugar de los más débiles y reprochó "el porcentaje de cumplimiento de normas del bloque, que está en el orden del 69 por ciento". "No puedo soslayar que cuando hablamos de un proceso de integración, lo que hace a un tema puntual entre dos países y que no ha dejado de preocupar a los pueblos y a los gobiernos de estos dos países y me refiero al diferendo por la instalación de dos plantas de celulosa", dijo Tabaré Vázquez. Luego destacó "la hermandad" entre ambos países mientras Kirchner se pasaba, serio, la mano por la boca. El presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, también elogió los esfuerzos para resolver las asimetrías. Antes de hablar, Lula protagonizó una pequeña disputa por el uso de la palabra con Chávez, que se sorteó entre sonrisas pero que fue el antecedente de varias otras bromas y chicanas entre ambos. "Quiero expresar mi reconocimiento por el trabajo de la Argentina. Celebrar la incorporación de Venezuela. El Mercosur se extiende ahora de Tierra del Fuego al Caribe", dijo Lula al comenzar su discurso y pidió "paciencia" para enfrentar las tensiones. Después fue el turno de Chávez, quien anunció que se saldría del protocolo: "Que bueno que estés aquí Fidel. Antes te tocaba a cerrar a vos (le dijo a Kirchner) ahora me toca a mí". "En América Latina hay un renacimiento. Argentina se liberó del FMI que era una verdadera maldición para nuestros pueblos. Hacia allí tenemos que marchar con Uruguay y Paraguay", afirmó. También, como Castro, Chávez habló de la necesidad de terminar con el analfabetismo, como si se hubieran puesto de acuerdo en la reunión que mantuvieron anoche junto a Morales, mientras el resto de los mandatarios cenaba en el Palacio Ferreyra. Con una formalidad que contrastó con el aire descontracturado del caribeño, Bachelet señaló que para Chile el Mercosur fue durante 2005 "el tercer destino de exportaciones al mundo" y consideró que se debe "profundizar la integración económica". Evo Morales, ataviado con una camisa blanca a rajas y campera negra con vivos andinos, afirmó: "antes tenía una familia grande que eran los movimientos sociales, los sindicales, obreros, campesinos. Ahora siento que tengo otra familia grande que son los presidentes de Latinoamérica". Por último, el titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos "Chacho" Alvarez, destacó que en la cumbre de Córdoba se hayan reconocido las asimetrías como un problema y dijo que el bloque se encamina a consolidar un perfil "social y productivo" contrario al de la década del 90. Fuente: NA.