Lunes 19 de Noviembre de 2007, 10:45

Lousteau planteará cambios al modelo económico

| El designado ministro de Economía, Martín Lousteau, tiene en mente un plan económico que implica varios cambios respecto de lo hecho por el gobierno de Néstor Kirchner.

Entre las medidas que considera necesarias figura una oferta a los bonistas que rechazaron el canje de deuda, con una propuesta de canjear títulos por inversiones en la economía real y el establecimiento de un tipo de cambio “real y competitivo”, pero no fijo, que podría atarse a una canasta de monedas. También cree que el país debe crecer a una tasa anual del 6%, bastante más baja que el 8,5 o el 9% que la administración actual buscó sostener con el impulso de la demanda interna, aun a riesgo de fogonear la inflación. Los lineamientos de la política económica que aplicaría Lousteau están mencionados en un escrito que el economista le hizo llegar a la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, días antes de que se difundiera la integración del nuevo gabinete. Las medidas son, en general, bien vistas por economistas, que, de todas formas, mantienen dudas respecto de cómo se instrumentarán aquellas que permitan alentar mayores niveles de inversión. La meta del designado funcionario es elevar la tasa del 21% del producto bruto interno (PBI) al 25 por ciento. La cifra de crecimiento del 6% es la misma que proponía el referente económico de la Coalición Cívica liderada por Elisa Carrió, Alfonso Prat-Gay, quien presidía el Banco Central (2002-2004) con Lousteau como asesor. Por decir que no se puede seguir creciendo al 9% y recomendar un 6%, el presidente Kirchner había acusado a la oposición de querer enfriar la economía. Desde el Gobierno, de hecho, se impulsaron varias medidas para alentar la demanda de bienes y servicios y, por tanto, evitar una caída en las tasas de expansión. Lousteau se propone bajar el desempleo, actualmente en el 8,5%, a un nivel "friccional", es decir, lograr que el bloque de desocupados quede sólo integrado por personas que se encontrarían transitoriamente sin trabajo. No habría desempleo estructural. La pobreza, desea el futuro ministro, bajaría del actual 16,3% de los hogares -según indica la cuestionada estadística oficial- a sólo el 5%, en 2011. La desigualdad en la distribución del ingreso apenas descendería en ese período, según el plan, de un coeficiente de Gini de 0,48 (siendo 1 lo más inequitativo y 0 lo más parejo) a 0,44, el nivel actual de Uruguay. El índice de Australia, el país que Lousteau propone tomar como referencia, es del 0,35.