Jueves 22 de Diciembre de 2005, 11:24

Luz verde al pago de la deuda con el FMI

| Luego de ser aprobada por el Senado, la norma fue girada a Diputados, que la sancionó durante la madrugada. El pago se concretaría el 3 de enero, por feriado en los Estados Unidos.

El Congreso de la Nación convalidó esta madrugada el decreto presidencial que habilitó la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al convertir en ley el proyecto que había sido aprobado ayer por la tarde en el Senado por abrumadora mayoría. La sanción de la ley que ratifica el decreto de necesidad y urgencia del presidente Néstor Kirchner, por parte de la Cámara de Diputados, siguió a un prolongado debate que se inició pasadas las 19 y culminó esta madrugada, al ser aprobado por 128 votos contra 67 y 20 abstenciones. La iniciativa contó con el respaldo del kirchnerismo, mientras que el Peronismo Federal -que reúne a duhaldistas y menemistas- se abstuvo, al igual que los adolfistas puntanos, en tanto los diputados radicales rechazaron el proyecto como lo habían hecho horas antes sus correligionarios del Senado. También, rechazaron el proyecto de ley la mayoría de los diputados de partidos provinciales y el bloque del ARI, que cuestionó la medida tanto por las formas (un decreto de necesidad y urgencia) como por el fondo. Pese a la oposición, la cancelación del pago al Fondo tuvo un tratamiento parlamentario en tiempo record: obtuvo dictamen ayer a la tarde en la Comisión de Presupuesto de la cámara alta; fue sancionado "sobre tablas" en el Senado 24 horas después y, casi inmediatamente, los diputados iniciaron su tratamiento para sancionar la ley esta madrugada, sin un dictamen de comisión. El proyecto había sido defendido en el Senado por el titular de la Comisión de Presupuesto, Jorge Capitanich, el presidente de la bancada, Miguel Pichetto y por Cristina Fernández de Kirchner con argumentos que fueron desde la conveniencia financiera hasta la autonomía política que genera, pasando por alusiones a los gobiernos recientes y sus respectivas relaciones con el Fondo. El jujeño Gerardo Morales, el presidente del bloque radical, Ernesto Sanz y el porteño Rodolfo Terragno, cuestionaron que se haya eludido al Parlamento para tomar la medida señalaron que no es conveniente tomar deuda más cara para pagarle al Fondo y sostuvieron que la decisión "no se tomó en la Casa Rosada sino en Washington". En la cámara baja, la defensa estuvo a cargo del titular de la comisión de Presupuesto, el jujeño Carlos Snopek y de su compañero de Salta, Juan Manuel Urtubey, quienes esgrimieron argumentos parecidos a los de los senadores. También, el titular del bloque oficialista, Agustín Rossi, destacó que "es cierto que tendremos más autonomía para tomar decisiones. Ya no podemos echarle la culpa al Fondo de lo que ocurra: cada uno tendrá que asumir su responsabilidad, también aquellos que se beneficiaban con el lobby que hacia el FMI". "Estamos dando un paso adelante. No venimos a decir que es para tirar manteca al techo peor estamos convencidos que esta decisión es muy importante", aseveró Rossi, en un enfático discurso. Desde el radicalismo, el diputado por Mendoza, Roberto Iglesias, cuestionó también el pago por cuestiones formales y substanciales, al tiempo que rechazó las críticas oficialistas que imputaban incoherencia a los representantes de su provincia, que pagó su deuda externa cuando se producía el default nacional. "A mi me enseñaron que es bueno honrar las deudas", dijo Iglesias, quién para finalizar, denunció que el gobernador de su provincia, Julio Cobos, no fue recibido por el presidente Néstor Kirchner, porque según se lo habría comunicado el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, "el presidente está enojado por las declaraciones del senador Sanz en un programa de televisión". También, se dedicó a salvar su posición personal el ex presidente Adolfo Rodríguez Sáa, quién leyó en el Senado un fragmento del discurso que pronunció el 26 de diciembre del 2001 ante la Asamblea Legislativa, cuando declaró el default. Horas después, el adolfista Luis Lusquiños repitió la escena en la Cámara de Diputados, con afán reivindicatorio. A su turno, el diputado macrista de Propuesta Federal, Pablo Tonelli sostuvo que le resultaba "bastante difícil compartir la euforia del gobierno" y para fundar el rechazo-señaló que "la medida es tan ilegal como inconveniente" Por su parte, la diputada del ARI, Elisa Carrió, pronunció un encendido discurso en el que reseñó situaciones como la estatización de la deuda, la guerra de Malvinas, el plan Brady y la privatización de YPF, en las que dijo- la mayoría de los argentinos estaban a favor. Carrió mostró recortes de diarios que elogiaban esos episodios y editoriales de comunicadores que avalaban las acción oficial: "Yo prefiero que me sigan diciendo loca, pero no podrán decir en el futuro que votamos mal", remató. Unos minutos antes, había hablado con un tono absolutamente distinto el ex secretario de Hacienda durante el gobierno de Eduardo Duhalde, Jorge Sarghini. Si Carrió realizó un discurso absolutamente político, Sarghini fundó la abstención de su bancada en cuestiones eminentemente técnicas. "Según como se haga la operación, se sabrá quién paga, porque si lo hace el Tesoro se pagará con más ajuste y si lo hace el Banco Central, habrá consecuencias negativas sobre los precios, la tasa de interés, el empleo y la inversión", dijo en síntesis Sarghini. Por su parte, el diputado de la CTA Claudio Lozano fundó su rechazo a la medida en que "no estoy de acuerdo con cancelar anticipadamente la deuda al Fondo para llevar a cabo una política de mayor ajuste fiscal que la que el Fondo requiere, ya que eso le pone un cepo a una estrategia futura de redistribución del ingreso". Añadió Lozano que "tampoco estoy de acuerdo en que semejante volumen de recursos no haya tenido otras alternativas de inversión como la recuperación de la renta petrolera o inversión en infraestructura social". Lozano cruzó dardos con la diputada Mercedes Marcó del Pont, a quién el legislador vinculado a la CTA le imputó simplismo en su análisis y un cambio de pensamiento a partir de su nueva condición de oficialista. "Mi actuación pública resiste cualquier video dijo Marcó del Pont- y yo creo en cambio que es simplista suponer que el FMI está festejando esta decisión del gobierno argentino, porque eso implica desconocer el papel que históricamente cumplió a favor de los sectores financieros y las empresas privatizadas que hoy ya no tienen la presión del Fondo a su favor".