Jueves 1 de Noviembre de 2007, 04:20

Malestar por el inminente funcionamiento de Botnia

PAPELERAS | Se debe a las informaciones provenientes de la República Oriental del Uruguay respecto a la puesta en marcha de los trámites finales para que la planta de celulosa de la empresa Botnia empiece a operar en la márgen oriental del Río Uruguay, próximas a Fray Bentos. La aprobación podría ser otorgada esta misma semana.

Fuentes oficiales de la Cancillería confirmaron este miércoles por la noche "el fuerte malestar" por las informaciones provinientes de Uruguay respecto a una inminente puesta en marcha de la planta de la empresa finlandesa Botnia en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. La autorización final que necesita la compañía Botnia para que su planta de Fray Bentos comience a operar quedó este miércoles "a la firma" de las autoridades del ministerio de Medio Ambiente de Uruguay. Así fue informado a Télam por fuentes del gobierno de Tabaré Vázquez, que precisaron que este trámite administrativo se inició este miércoles, tras la inspección técnica que personal de ese ministerio realizó el martes a la planta de Fray Bentos. De acuerdo con el procedimiento interno, una vez que el equipo de técnicos que conduce la directora nacional de Medio Ambiente, Alicia Torres, dé su aprobación, la última firma quedará a cargo del propio ministro del área, Mariano Arana. Según admitieron a Télam fuentes de esa cartera, "la aprobación podría ser otorgada esta misma semana", pero también, reconocieron que "el ministerio no tiene potestad sobre decisiones políticas" que podrían mediar. Al aludir a "decisiones políticas", los calificados informantes refirieron a la posibilidad de que la próxima semana, en Santiago de Chile, se produzca un encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y su esposa, la mandataria electa Cristina Fernández, con Tabaré Vázquez. En caso de producirse la aprobación técnica para que la planta pueda comenzar a procesar pasta de celulosa sobre márgenes del río Uruguay, Botnia podría descomprimir la presión que está teniendo de parte de sus accionistas, aún cuando no la ponga en práctica de inmediato. El cronograma de obra establecía que a más tardar a fines de setiembre la pastera tendría que estar funcionando, pero diferentes razones (accidentes, dilaciones administrativas, etc.) postergaron la definición hasta la actualidad. Desde el ministerio de Arana se vienen repitiendo manifestaciones en el sentido de que "lo mejor que podría pasar es que la planta comience a funcionar", para que se demuestre que no provocará contaminación ambiental. Estas declaraciones, según pudo constatar Télam, no están siendo bien recibidas entre las autoridades argentinas, que en ningún momento se apartaron del camino de buscar una salida del conflicto por medio del diálogo y manteniendo la reserva de las gestiones. Ambos gobiernos aceptan inicialmente un diálogo bajo los "buenos oficios" de la Corona de España, pero sostienen posturas tan contrapuestas que al momento coinciden en que todo indica que sólo en la Corte de La Haya se podrá resolver la causa de fondo planteada por Argentina. Los asambleístas de Gualeguaychú, que mantienen una tenaz lucha contra Botnia, en general reconocen que la puesta en marcha de Botnia resulta virtualmente "imparable", pero también, aseveran que "marcará el inicio de la verdadera lucha de Entre Ríos". Botnia prevé producir un millón de toneladas de pasta de celulosa al año, sobre la base de una inversión de 1,4 millones de dólares, en un emprendimiento que por primera vez en el mundo se da sobre un río interno, como es el Uruguay. El Gobierno de la República Oriental del Uruguay aprobó la planta -como lo había hecho también con la española Ence, que a la postre se relocalizó a Colonia- sin consultar a Argentina y, por tanto, violando el Estatuto del río Uruguay.