| Unas seis mil personas convocadas por más de 40 organizaciones de derechos humanos, políticas y sindicales marcharon ayer en reclamo de la "aparición con vida" de Jorge Julio López, testigo clave en el juicio que permitió condenar a cadena perpetua a un represor de la última dictadura, y de la cesantía de los militares que cumplieron funciones durante la última dictadura.
La movilización partió desde el Congreso y concluyó en la Plaza de Mayo, donde se leyó un documento consensuado por las organizaciones convocantes en el que también advirtieron que "recién" comienza "la lucha por la aparición de López".
El documento fue leído por Nilda Eloy, quien al igual que López atestiguó contra Miguel Etchecolatz en el juicio que terminó con la condena a reclusión perpetua del represor. "Ninguno de nosotros debería estar hoy en esta plaza, pero nuevamente es necesario hacerlo para exigir que el viejo López aparezca con vida", comenzó Eloy.
Agregó que el albañil desaparecido el 18 de setiembre pasado "como miles de argentinos soñaba con un país con Justicia y esa lucha le hizo soportar el secuestro, la desaparición y la tortura que 30 años después lo llevó a denunciar a Etchecolatz".
"Hoy Julio está desaparecido nuevamente", enfatizó la mujer, quien agregó que durante el juicio "testigos y fiscales fueron amenazados" y recalcó que "las amenazas siguen después de la sentencia porque los genocidas saben que peligra la impunidad de la que gozan".
Durante la protesta, los manifestantes reclamaron que el Gobierno nacional ordene "la inmediata baja de todos aquellos militares que cumplieron funciones durante la dictadura" porque -según afirmaron- su permanencia "facilita que sigan incrementando la impunidad".
Fuente: NA.
