MEMORIA E INTRANSIGENCIA PARA EVITAR NUEVAS TRAGEDIAS

"Memoria, intransigencia y libertad son los ejercicios que necesitamos para preservarnos de tanto dolor y tanta tragedia", sostuvo la senadora nacional en una ceremonia tan emotiva como relevante, que demostró la sintonía entre el Gobierno nacional y las autoridades de la comunidad judía argentina. Fernández de Kirchner puntualizó que memoria e intransigencia son importantes para evitar que cualquier persona "viole los derechos humanos" y agregó que la libertad es "importante para contestar lo que uno piensa desde cualquier lugar que uno ocupe". Frente a una sala colmada y desde una tarima ubicada a un costado del escenario, la esposa del Presidente sostuvo que si alguien dice que "es mejor callar, desconfíen" y enfatizó que seguramente el que lo hace está "defendiendo un interés". Narró que el año pasado, durante una visita a Alemania, recorrió uno de los campos de concentración montados por el régimen nazi, el Dachau, y dijo que quedó impactada con un mapa que mostraba la existencia de unas 3.000 prisiones de ese tipo en toda Europa. "Esto se pudo hacer por el silencio y la complacencia de la sociedad", reflexionó la primera dama, quien aseveró que "nadie podía ignorar lo que pasaba". Fernández de Kirchner fue la última oradora de un acto en el que también hablaron el embajador de Israel, Rafael Eldad, el presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum y del presidente de la Asociación de Sobreviventes del Holocausto de la Argentina, José Moskavitz. Pero en el transcurso de la ceremonia se desarrollaron distintas manifestaciones artísticas de profundidad inusual, interpretadas por Cecilia Milone (cantó el himno nacional), Cipe Lincovsky, Nacha Guevara (interpretó una canción acompañada por Lito Vitale) y Norman Erlich, entre otros. En la platea se encontraban el vicepresidente Daniel Scioli, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, miembros de la Corte Suprema de Justicia, del Congreso nacional, los ministros Alberto Iribarne (Justicia) y Daniel Filmus (Educación), entre otros concurrentes reconocidos como la presidente de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Moskavitz pidió al gobierno que continúe en la búsqueda de los responsables de los atentados contra la AMIA y la DAIA, en tanto que Kirszenbaum reclamó que el Ejecutivo condene las manifestaciones del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. De todos modos, las solicitudes no fueron tan enérgicas como ante otros gobiernos y tanto Kirszenbaum como Eldad se esmeraron en aclarar que la relación con la administración de Néstor Kirchner goza de buena salud. Así lo dejaron en evidencia el hecho de que el acto -también conmemoró el cumplimiento del 63 aniversario del levantamiento del Ghetto de Varsovia- se haya realizado en el Teatro Colón y la presencia de la primera dama.