Domingo 29 de Abril de 2007, 22:06

MILES MARCHARON POR LA VIDA

GUALEGUAYCHÚ | Ayer unas 130.000 personas marcharon protestando por la intalación de la pastera Botnia en la márgen oriental del río Uruguay. La Asamblea Ciudadana Ambiental difundió un crítico documentos, sobre el Puente Internacional General San Martín, en el que se destacó que el pueblo lleva “cinco años de reclamos a los gobiernos argentino y uruguayo sin que den una solución”, y aseguraron que “honramos la vida y cada vez somos más”.


En medio de un clima imponente por la gran muchedumbre que acercó para apoyar la lucha por la vida y contra las papeleras, los vecinos clamaron: “Defendemos el río Uruguay, sus arroyos y sus tierras de todo tipo de contaminación presente y futura; defendemos la tierra, la naturaleza y el desarrollo sustentable frente al avance de los monocultivos y la extranjerización de los recursos naturales”. Asimismo, exigieron “que Botnia y Finlandia se retiren de la cuenca del río Uruguay, están agrediendo un recurso compartido. Botnia hoy es parte de un camino suicida de la sociedad de consumo que lleva al planeta hacia el calentamiento global”, y ratificaron que el emprendimiento “es ilegal y no tiene ni tendrá la licencia social de estos pueblos”. Puntualmente a las 15 se anunció desde los altoparlantes el inicio del acto central con la entonación de los himnos. Primero el argentino y después el uruguayo. Mientras, miles de personas seguían llegando hasta las inmediaciones del puente. Los organizadores hablaban de unas 130.000 personas que iban y venían. Kilómetros de vehículos se acercaron en una jornada fresca pero soleada. Otros lo hacen a pie o en bicicleta portando banderas argentinas y uruguayas y pancartas destacando el mensaje a favor de la vida y contra las papeleras. También delegaciones de distintos puntos de la geografía entrerriana, de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Misiones, y de las localidades uruguayas de Rocha, Montevideo, Canelones, San José, Colonia, Soriano y Fray Bentos, donde hay grupos que resisten la instalación de papeleras en el vecino país. “Honrar la vida. Un nuevo aniversario repitiendo el encuentro de los pueblos en el puente. El mismo clamor expresado en el año 2003, cuando Botnia aun no había colocado el primer ladrillo, se repite: no queremos plantas de celulosa en el río Uruguay. La misma denuncia: la construcción fue autorizada por permisos que no cumplen con procesos legales mínimos. Botnia es ilegal y no tiene ni tendrá la licencia social de estos pueblos. Hoy se desentiende de la responsabilidad social y política que tiene en este conflicto”, arrancó la proclama de la Asamblea Ciudadana Ambiental. Números musicales y culturales continuaron con el evento sobre el escenario montado en la zona de la Aduana, en la Ruta Internacional 136, mientras la gente no paraba de llegar hasta el puente, mate en mano, para no perderse el histórico acontecimiento. La jornada había comenzado bien temprano. A las 8, la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú levantó el corte de ruta; y un rato después comenzaron a salir los micros desde el corsódromo para recorrer los 45 kilómetros hasta el puente. En la trinchera de Arroyo Verde, la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú izó por primera vez una bandera identificatoria. El lienzo de 2,70 metros de ancho por cinco de largo y fue ideado por el asambleísta José Paz y aprobado por los vecinos. La bandera, de bordes verdes en alusión a la flora autóctona de la región y blanca en su interior en señal de pureza y dignidad, muestra un hornero y una flor de ceibo, y la leyenda “sí a la vida”, tal el mensaje que expresa la comunidad. Al mediodía, se realizó una oración religiosa ecuménica, que estuvo a cargo del obispo de la Iglesia Católica de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, y pastores de las Iglesias Luterana y Evangélica del Río de la Plata; y a las 13, la multitud comenzó a caminar. Entre la multitud, se observó la presencia del vicegobernador Pedro Guillermo Guastavino, como así también los intendentes de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, y de Paraná, Julio Solanas y dirigentes políticos, sociales y gremiales nacionales. Emilio Martínez Garbino -aún no repuesto de un operación de columna tampoco quiso faltar-, Fernando Pino Solanas, Luis Zamora y Néstor Pitrola fueron algunas de las caras conocidas. Tampoco estuvieron ausentes los dirigentes locales Juan José Bahillo y Osvaldo Fernández. [b]Proclama de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú[/b] "Honrar la vida. Un nuevo aniversario repitiendo el encuentro de los pueblos en el puente. El mismo clamor expresado en el año 2003, cuando Botnia aun no había colocado el primer ladrillo, se repite: no queremos plantas de celulosa en el río Uruguay. La misma denuncia: la construcción fue autorizada por permisos que no cumplen con procesos legales mínimos. Botnia es ilegal y no tiene ni tendrá la licencia social de estos pueblos. Hoy se desentiende de la responsabilidad social y política que tiene en este conflicto. Encarnamos con nuestros actos las palabras de un grande, el general José Gervasio Artigas: "No entregaré el rico patrimonio de los orientales al vil precio de la necesidad". Defendemos el río Uruguay, sus arroyos y sus tierras de todo tipo de contaminación presente y futura. Defendemos la tierra, la naturaleza y el desarrollo sustentable frente al avance de los monocultivos y la extranjerización de los recursos naturales. Exigimos que Botnia y Finlandia se retiren de la cuenca del río Uruguay. Están agrediendo un recurso compartido. Botnia hoy es parte de un camino suicida de la sociedad de consumo que lleva al planeta hacia el calentamiento global. No se pueden sobreponer derechos económicos. El dinero invertido por la empresa está lejos de toda comparación razonable frente a las 300.000 vidas humanas que habitan la región, o frente a los 31.416 kilómetros cuadrados de territorio que van a ser afectados directamente si el emprendimiento funciona. Estamos convencidos que el cuidado del medio ambiente, el desarrollo sustentable y los derechos humanos son responsabilidad ineludible de nuestros gobernantes. Responsabilizamos al gobierno uruguayo por permitir que estas empresas avancen en sus proyectos. Por el derecho que nos asiste, por la obligación ante nuestros hijos y las generaciones futuras, por el respeto a los habitantes originarios chaná y charrúa, para quienes la tierra y la naturaleza son sagradas, decimos: no a las papeleras, sí a la vida. Cinco años de reclamo a los gobiernos argentino y uruguayo sin que den una solución. Honramos la vida y cada vez somos más". Fuente: Análisis Digital. Foto: Pablo Bianchi.