| Ante una multitud, el referente de Camioneros cuestionó con dureza al gobierno nacional. "Somos respetuosos de las autoridades y de las instituciones", sostuvo en alusión a la ausencia de policías ordenado por la Presidencia. "Se discrima cruelmente a los hijos de los trabajadores", lanzó y denunció que dirigentes fueron presionados para no acompañar la protesta.
La tensión que protagonizan el gobierno nacional y la Confederación General del Trabajo (CGT), con Hugo Moyano a la cabeza, alcanzó este miércoles su momento supremo. Mientras la Plaza de Mayo se veía colmada por las fuerzas movilizadas desde todo el país en la misma jornada en que se cumplió con una jornada de paro, la Presidente Cristina Fernández de Kirchner participó de un acto en San Luis.
Allí, la mandataria planteó: "Necesitamos una Argentina donde se discutan ideas con argumentos y queden atrás agravios y descalificaciones y valoremos lo logrado", dijo en la inauguración del establecimiento agropecuario Yanketruz.
Minutos después, el líder camionero se dirigió ante una multitud concentrada en el centro porteño. En su discurso, Moyano cuestionó “la soberbia” y demandó que “la solución sea compartida, y no impuesta por el gobierno. Pone mal cuando nuestra sociedad no tiene respuestas. No pierde nada con dialogar”, le expresó a Fernández de Kirchner.
Entre varias menciones de Juan Domingo y Eva Perón, Moyano postuló en su alocución que “esta marcha de protesta se realiza en paz y, una vez terminada, será una fiesta. Hemos observado -continuó- los operativos de prensa apenas se decidió esta marcha. Este fue un paro Camioneros, paró el sindicato de camioneros -aclaró- y se adhirieron otros sindicatos. Que no vengan a decirnos que fracasó el paro de la CGT”, sostuvo.
“Estas protestas no son destituyentes, sino que fortalecen a la democracia. Pareciera que un reclamo legítimo de los trabajadores fuera una extorsión o que quisiera distorsionar la democracia. ¡En qué país estamos viviendo! ¡Cómo pueden ser que los funcionarios no quieran dar respuesta a los legítimos reclamos de los trabajadores!”, cuestionó más adelante el jefe de la CGT, quien además aseveró que continuará en ese cargo.
Firme, Moyano afirmó en referencia a la última dictadura militar: “Hubo dos clases de exilio: los que se fueron y los que se quedaron en el sur del país. Qué nos vienen a hacer creer que son los sanadores de la patria”, criticó e indicó, sobre la ausencia de policía en la Plaza: “Somos respetuosos de las autoridades y de las instituciones. Quisieron meter miedo”.
Al tiempo que reclamó la nacionalización del Banco Hipotecario y la gestión de planes de viviendas dirigidos a los trabajadores, Moyano también aludió directamente al mentado impuesto a las ganancias exponiendo el recibo de sueldo de un empleado. También acusó que “se discrimina cruelmente a los hijos de los trabajadores”, por las asignaciones familiares. Y no dejó de denunciar que hubo “compañeros” dirigentes que fueron “presionados para alejarse del Negro Moyano”.
