Martes 21 de Febrero de 2006, 11:13

MUJER DESPECHADA ENTREGO A LA BANDA

ROBO DEL SIGLO | Una mujer despechada fue la testigo de identidad reservada que reveló ayer los datos que permitieron la detención del hombre y la mujer acusados de participar del asalto a la sucursal Acassuso del Banco Río y recuperar cerca de un millón de dólares y ocho kilos de joyas.

Fuentes de la investigación revelaron que se trata de la ex pareja de uno de los asaltantes del banco que logró escapar al exterior con su parte del botín y que cometió el error de no compartirlo. La información aportada a la causa por esta mujer es considerada de vital importancia para el total esclarecimiento del "robo más audaz de la historia criminal argentina", incluso para llegar hasta los jefes de la banda que lo cometió. De acuerdo a la fuente, la mujer, previa consulta a un abogado para confirmar que no quedaría detenida, se presentó hace una semana ante el fiscal de la causa, Jorge Ariel Apolo, con la condición de que se la considerara "testigo de identidad reservada". Ya con la protección de sus datos filiatorios, la testigo dijo que su pareja había participado del asalto registrado el viernes 13 de enero en Acassuso y que se había ido del país junto a una mujer. Aparentemente embarazada del ladrón en fuga, esta mujer le reveló al fiscal tres nombres con apellidos, direcciones y números de teléfonos de partícipes del golpe. Esta información brindada por la mujer como venganza por haber sido abandonada y sin dinero, fue procesada por los detectives a cargo del superintendente Osvaldo Seisdedos, quienes no tardaron en corroborar que eran datos reales. Entre los nombres mencionados por la "testigo despechada" figuraba el de Alberto de la Torre, por lo que los análisis de las comunicaciones telefónicas a cargo de expertos de la Dirección General de Investigaciones de Delitos Complejos se centraron en él y sus contactos. Finalmente, De la Torre fue detenido el sábado último al mediodía en Avellaneda junto a Liliana Fernández, a bordo de una camioneta 4 x 4 que habían comprado para huir a Paraguay con más de un millón de dólares. A raíz del entrecruzamiento de llamados realizado mediante el flamante sistema informático V.A.I.C II Telemétrico, los especialistas al mando del comisionado Hugo Matzkin hallaron los lugares donde los detenidos podían haber guardado el botín. Con el resumen de información elaborada por los detectives, a partir de la infidencia de la vengativa mujer, el fiscal Apolo ordenó allanar seis domicilios en el sur del Gran Buenos Aires y la Capital Federal. Fue así como en un departamento interno del barrio porteño de Flores, en Portela 56, a media cuadra de la avenida Rivadavia, propiedad de uno de los hijos de De la Torre, se encontraron casi un millón de dólares, entre billetes de distintas monedas, y más de cinco kilos de joyas y alhajas. Ayer, De la Torre y Fernández se negaron a declarar ante el fiscal Apolo, asistidos por el mismo defensor particular, el abogado Fernando Sterpetti. La indagatoria se demoró porque en principio los imputados habían designado abogado y se les ofreció la asistencia del defensor oficial de San Isidro Fernando Abad. De la Torre y Fernández la rechazaron y nombraron a Sterpelli, con quien tuvieron una breve entrevista en la fiscalía descentralizada de Martínez. Como era de esperarse, Sterpelli les aconsejó hacer uso de su derecho constitucional de no declarar, según contaron los voceros judiciales. Pese a no hablar frente al fiscal Apolo, la diligencia fue larga porque a cada uno se le leyó la extensa acusación en su contra que cuenta con una detallada descripción del hecho que se les imputa y las pruebas en su contra.