| La víctima de la deflagración fue Juan Andrés Politano, un estudiante de 22 años que hacía pocos días había terminado su carrera en la universidad.
Uno de los estudiantes alcanzados por la explosión ocurrida en la Universidad Nacional de Río Cuarto murió como consecuencia de las gravísimas heridas sufridas, y sus padres salieron a denunciar que en el laboratorio académico siniestrado se desarrollaba un “proyecto secreto y muy peligroso” con combustibles.
El ministro de Salud de Córdoba, Oscar González, precisó que otros dos de los estudiantes afectados se encuentran “muy complicados”, con pronóstico reservado y en estado “desesperante”, porque tienen el 80 por ciento del cuerpo quemado y afecciones en las vías respiratorias que dificultan sus cuadros clínicos.
González puso de relieve que, en la mayoría de los casos, a pesar de la gravedad de la situación, los pacientes se encuentran “estacionarios”.
En tanto, la investigación de la explosión, tomó un nuevo rumbo luego de que Héctor Politano, padre del chico fallecido, saliera a decir que su hijo trabajaba “en un proyecto secreto, muy peligroso y con un material explosivo”.
“Mi hijo me dijo que hacía dos meses lo habían invitado a participar de un equipo de investigación que trabajaba en un proyecto secreto sobre combustibles”, contó Politano en declaraciones a la radio Cadena 3, donde añadió que el estudio estaba subvencionado por una empresa extranjera.
El joven Juan Andrés le había dicho a su padre que para el proyecto debían trabajar de noche, porque los materiales eran “muy peligrosos”: “Me había dicho que extraían aceite y lo mezclaban con hexano -la sustancia que causó la explosión- en distintas proporciones. El producto que estaban utilizando era muy explosivo”, añadió.
Tras la muerte de Politano, aún permanecen internadas en la capital provincial cinco personas, entre las cuales se encuentran las dos que se hallan “más comprometidas”, según el ministro de Salud, quien aclaró que los otros tres pacientes “tienen pronóstico reservado, pero no tan crítico”.
“La situación de los pacientes es estacionaria, no hay novedades respecto de su estado de ayer cuando uno de ellos había empeorado un poco. No hay diferencias significativas con lo que ocurría ayer por la tarde”, explicó González.
Sobre los heridos más comprometidos, indicó que éstos tienen “también las vías respiratorias comprometidas porque han inspirado aire incandescente”.
Como consecuencia del incendio y la posterior detonación -que se produjo alrededor de las 10:00 del miércoles en el laboratorio de la Facultad-, resultaron heridas 24 personas entre alumnos y docentes, de las que siete fueron trasladadas al Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba -entre ellas se hallaba Politano-.
